

El mate es la infusión más arraigada en el país. Durante el año pasado los argentinos consumimos 277 millones de kilos de yerba mate.
Los estudios encargados por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) revelaron que la yerba mate está presente en más del 90% de los hogares y que su consumo de mate caliente aporta al organismo gran cantidad polifenoles, vitaminas del complejo B, potasio, magnesio y xantinas.
La llegada del Covid 19 obligó a reforzar los cuidados individuales, las estrategias para la producción y venta de yerba mate durante la pandemia variaron, pero encontró una instantánea respuesta en los consumidores.
La práctica del mate individual fue una foto repetida a lo largo de este accidentado año; además de acentuar la higiene de los elementos como el mate, las bombillas y los termos; e incluso de los paquetes de yerba antes de guardarlos en la alacena.
La infusión es una de las cosas que quizá describan más al argentino y argentina, sus costumbres y arraigos.El año 2016 la consultora Voices un trabajo que reveló que los consumidores ubican al mate liderando el podio de los productos que definen nuestra identidad.
Al consultar de manera espontánea cuál es el producto que mejor representa a los argentinos “el mate se lleva el primer lugar como rasgo identitario de la argentinidad” con un 38%, seguido de la carne con un 37%, y luego el dulce de leche y el vino con un 11 % y un 7% respectivamente.
Mientras el mundo pelea e intenta ponerse de pie ante una situación inédita con el coronavirus, el mate no debe prepararse para la vuelta al consumo, porque encontró su método de resistencia y siempre estuvo y estará en la mesa, en un patio o parque, viajando o donde sea; acompañando a cada argentino.
¡Asique cuando todo esto pase, más vale que me encuentres con la pava!