

Por: Lic. Agustín Cámara
Todos los 8 de febrero se celebra a lo largo y a lo ancho del mundo el Día Internacional del Whisky Escocés. Una bebida que data de hace más de 500 años y que nace desde Escocia para todo el mundo, exportando millones y millones de litros por año. Se estima que venden 44 botellas por segundo según datos de la Scotch Whisky Association.
El origen del nombre whisky es gaélico y significa agua de vida. El escocés se destila a partir de cebada malteada y otros cereales, principalmente trigo o maíz, mientras que otros whiskies pueden utilizar otros cereales o porcentajes diferentes de cereales. Como condición debe madurar en barricas de roble en Escocia durante al menos 3 años.
Es una bebida conocida por su status al ser de calidad y gran sabor por su alta producción. En Escocia, Gales, Japón y Canadá se conoce como whisky, mientras que en Irlanda y Estados Unidos como whiskey.
Por iniciativa de la empresa Diageo enmarcado en la semana del nacimiento de Alexander Walker, uno de los master blenders más influyentes de la historia y quien continuó el legado de John en Johnie Walker, una de las marcas más emblemáticas del whisky escocés a nivel mundial.
En 1867 Walker lanzó el Old Highland Whisky, que fue la primera mezcla comercial de la marca que pudo comercializar a todo el mundo. Un dato curioso en la estrategia de venta es que convirtió a los capitanes de los barcos en agentes de la empresa para llevar el whisky a todos los lugares posibles, sumado al invento de la botella cuadrada diseñada para que no se rompan en los días de navegación.
Quienes consumen escocés a diario y son críticos del mismo, aseguran que la mejor manera de servirlo es sin mezclar con algún otro ingrediente, para así poder sentir mucho más el aroma y sabor del licor, como también puede tomarse con un poco de agua. Existen diversos tipos de whisky escocés que debe cumplir con ciertas normativas en su fabricación:
A nivel mundial el consumo del whisky escocés ha ido creciendo al punto tal que Escocia exporta un promedio de 44 botellas de whisky por segundo a 180 mercados de todo el planeta dando un total de más de 1300 millones cada año.
Para tener en cuenta algunos datos interesantes: en 2021, el whisky escocés representó el 75 % de las exportaciones de alimentos y bebidas de Escocia y el 22 % de todas las exportaciones de alimentos y bebidas del Reino Unido.