

Por: Lic. Agustín Cámara
Luego de varios días de expectativa, llegó el momento de una nueva gala de eliminación de Gran Hermano. Se enfrentaron en placa dos personajes que supieron ser aliados pero que en las últimas dos semanas estuvieron en bandos enemigos: Alfa y Romina.
La tercera nominada fue Lucila que rápidamente fue salvada porque tuvo solamente el 5,61% de los votos.
En la noche previa, Gran Hermano llamó al confesionario a Alfa dónde le habló directamente al público: “Quiero quedarme en la casa porque desde que entré soy el mismo, no busqué complicidades, no puse a nadie bajo mi mandato, siempre fui sincero. Nunca me escondí detrás de un personaje, no estuve afuera de la casa. Quiero que sepan que soy siempre el mismo, y cuando algo me molesta, me duele, lo digo, porque no soy político”.
Luego Romina también tuvo su momento:"Dios quiera que la gente me apoye para quedarme, sé que es difícil porque quedamos poquitos. Obviamente que me quiero quedar, siempre me mostré como soy, no tengo mucho para decir, quiero agradecerles porque me acompañaron en cada placa, y espero que acá también me apoye para continuar y seguir en la casa”.
Pasaban los minutos y los tapes, y la ansiedad iba creciendo. A las doce de la noche Del Moro pidió el sobre a su escribana y dijo el resultado final: Alfa eliminado con el 52,83% contra el 47,17% de Romina.
Sin mediar muchas palabras, Alfa agarro sus cosas, pidió que no le cantaran, y se despidió de sus compañeros diciéndole antes a Camila: "Cuídate, sos vos contra seis".
Afuera de la casa se escuchaban fuegos artificiales a lo que Alfa rápidamente dijo: “Son los peronchos". Pero no, era una manifestación del sindicato de televisión donde reclamaban por aumento salarial, por lo tanto recién mañana podrá pisar los estudios de Telefé.