

Desde hace ya algunas semanas y a partir de la caída considerable de casos de COVID-19 en La Plata y en toda la zona metropolitana, se han detectado un aumento de la cantidad de fiestas clandestinas. Algunas de ellas en casas particulares, pero al pasar los fines de semana se empezó a ver como el aglomeramiento de jóvenes ya se daba en espacios públicos.
Primero fue Plaza Malvinas en 19 y 50, donde cientos de personas se acercaban fin de semana tras fin de semana con música y alcohol. Con la mayor presencia de las fuerzas de seguridad el encuentro se movió al bosque platense, donde fue creciendo y ya el sábado pasado se registraron miles de personas, con autos, música, motos y alcohol. La situación claramente no respetaba ningún tipo de protocolo.
A partir de esta situación las autoridades de la Municipalidad y del Ministerio de Seguridad de la Provincia empezaron a indicar culpas de un lado y del otro. Según el Secretario de Coordinación de La Plata, Oscar Negrelli, “la situación es imposible de coordinar sin la presencia de la Policía Bonaerense”.
Mientras tanto el Subsecretario de Participación Ciudadana del Ministerio de Seguridad Pablo Fernández, hizo un posteo en redes que muestra un operativo de la policía de la provincia en Plaza Malvinas, y agregó a esa publicación un mensaje que dice “Hacernos cargo. Nocturnidad, Estado provincial presente. ¿Y el municipio? Ausente”.
De esta manera se hace público el enfrentamiento que estaba incrementando entre Julio Garro y el Ministro de Seguridad, Sergio Berni, que hace algunos días significó el cambio en la cúpula de seguridad del distrito.