

Los algoritmos y las reglas en los manejos y usos de las redes sociales masivas generan siempre un cimbronazo cada vez que modifican algún aspecto, últimamente sucede con una periodicidad más acotada y esta vez no fue la excepción.
Se trata de la imposibilidad de compartir publicaciones propias o de otros usuarios en las historias.
“En el último año Instagram ha observado que las historias compartidas tienden a ser menos biográficas, y se ajustan al estado de ánimo de las personas o al día a día. Estamos probando la desactivación de las opciones para compartir para comprender mejor cómo se sienten las personas y cómo interactúan con este tipo de publicaciones en comparación con el contenido compartido orgánicamente”, dijo Instagram en un comunicado oficial.
Esta nueva actualización atenta contra la creación de contenido y la viralizacion del mismo, fenómeno clave en el uso de Instagram, y muchos salieron al cruce por esta novedad; describiéndola como “mala”, “en contra de los usuarios” y hasta como “la muerte de Instagram”.
Por ahora se trata de una prueba limitada a un grupo reducido de usuarios, pero la repercusión en las redes es negativa. Muchos creadores de contenido se quejan de la imposibilidad de compartir sus fotos o videos en las Historias, un lugar por el que “pasan” muchos más seguidores y una herramienta clave para potenciar lo que hacen.