

Por: Agustina Miranda
El "Día Internacional Sin Dietas" se celebra todos los 6 de mayo a nivel internacional, con el objetivo de aceptar el cuerpo humano con la diversidad de sus formas, prevenir y concientizar sobre los peligros que producen algunos regímenes en la comida que perjudican la salud física y mental. Se conmemora con una cinta de color azul claro.
La elección de este día tomó como referencia a la feminista británica Mary Evans Young, quien a partir del 1992 comenzó a ser una portavoz de las problemáticas en torno a los desórdenes alimenticios, como la bulimia y la anorexia.
Este día, lejos de posicionarse en contra de las dietas saludables y aprobadas por los profesionales, se opone a aquellas que tienen un carácter de régimen imponente, insano y autodestructivo contra las personas. Por ejemplo, la conocida "dieta cero" que implica un ayuno total, o la "monodieta" que incluye la ingesta de un único alimento por día.
Ese tipo de dietas sólo perjudican a las personas y agravian un problema estructural del país: la innegable presencia de los Transtornos de la Conducta Alimentaria (TCA) en adolescentes y jóvenes. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina es el segundo país con más cantidad de casos afectados por los TCA, después de Japón.
A partir de una conversación en la que estuvo la médica Rocío Actis Danna, la misma comentó que un factor que perjudica a este tipo de problemas son los malos hábitos en las comidas, impulsados por las presiones socioculturales a la hora de tener un tipo de cuerpo determinado.
De esta manera, predomina una representación de lo que es un cuerpo hegemónico (para hombres y mujeres), que es reproducido constantemente por los medios de comunicación: en la TV, en las series, en las películas, etcétera. En este sentido, los/as más chicos/as se ven expuestos a imágenes que los pueden llevar a tener una visión distorsionada de sí mismos.
A esta realidad, hay que sumarle la incidencia de las redes sociales que también reproducen este tipo de imágenes. Referentes de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA), opinaron al respecto:
"Imponer modelos físicos idealizados y ocultar los 'defectos' de nuestra belleza natural con ediciones y filtros, da a entender que lo que se muestra es una meta sana y alcanzable, cuando en realidad no hace más que reforzar vicios y alimentar obsesiones que, si bien al principio aparentan ser inofensivas, tienen consecuencias reales y dañinas”.
Otro factor que influye de manera directa en la construcción de los estereotipos es la presencia del bullying en los colegios, tanto en nivel primario como secundario. A partir del último dato que se dio a conocer en 2020 por parte de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, 7 de cada 10 niños sufren todos los días algún tipo de acoso y ciberacoso.
Por estas razones, la educación cumple un factor fundamental en dos sentidos: por un lado, en la relación con el otro, para fomentar el respeto a la diversidad de cuerpos en todas las formas que puede ser expresado, donde las críticas y la humillación nunca sean una realidad para los/as niños/as; junto a la naturalización de esa diversidad en las plataformas de difusión masivas.
Por otro lado, en la relación con uno mismo a la hora de trabajar sobre los pensamientos autodestructivos e intentar sanar la relación con nuestros propios cuerpos y la comida.
Es importante reconocer que llevar esto a una realidad efectiva no es fácil, por lo que si necesitás ayuda, contención psicológica o atención médica, no dudes en comunicarte con los siguientes números:
Línea de Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia (ALUBA): 0-800-22-25822
Línea de Salud Mental: 4863-8888