

Por: Agustina Miranda
El videoclip de una de las últimas canciones de Miley Cyrus, "Jaded", fue estrenado hace cuatro días y la repercusión no tardó en llegar: los fanáticos reconocieron las referencias que incluye sobre videoclips anteriores y realizaron un paralelismo entre su sufrimiento a raíz del fin de su relación con Liam Hemsworth, y la consolidación de la imagen tan poderosa que hoy muestra.
Fue la cuenta de @milesholy en Twitter quien comentó todos los detalles que la producción audiovisual tiene sobre este proceso de superación por el que pasó la famosa cantante.
En un breve recorrido sobre algunas de sus canciones anteriores, el tema "Adore you" fue escrito en el año 2012, momento en el que ambas figuras se habían comprometido y el amor estaba a flor de piel. Sin embargo, esto se terminó en 2013 cuando la relación pasó por una ruptura y el significado de la letra cambió de sentido: cuando se publicó el videoclip, pasó a ser una dedicatoria a ella misma y a la reivindicación del amor propio, sin la necesidad de tener a alguien al lado.
Hay similitudes en el video publicado en 2013 con el último lanzamiento diez años después: en ambas situaciones se la ve acostada envuelta en sábanas blancas, pero en Jaded (imágenes de la izquierda) se la ve renovada, disfrutando de su propia compañía y con el brillo en la mirada que tanto la caracteriza.
Por su parte, la canción Malibu (2017) se ubica en el momento que la cantante volvió con su pareja y se fueron a vivir a la playa, mientras que el videoclip transmite la felicidad que sentía en el comienzo de la nueva etapa de su relación. Sin embargo, en 2023 apareció nuevamente en Malibu, pero esta vez, en su nueva casa donde no hace falta la presencia de nada más ni nada menos que ella misma.
Otro de sus éxitos, Slide Away (2019), se desarrolló en el momento que Miley se divorció, por lo que el videoclip de ese entonces logró expresar el vacío que la cantante sentía, agotada por la desesperanza junto a una mirada que denotaba dolor. En un paralelismo con Jaded, se repite la vestimenta de color dorada y el lugar con la piscina; pero esta vez, con otra actitud, más segura de sí misma, dejando atrás los hechos angustiantes que vivió.
En todo el recorrido de las escenas que componen al video se pudo ver a Miley de una manera poderosa, más auténtica que nunca y el reencuentro radiante consigo misma. Todo el álbum logró reflejar esto y es, sin dudas, la mejor faceta de la cantante.