

Por: Manuela Gatti
Las nuevas tecnologías junto con la inteligencia artificial (IA), vienen dando pasos agigantados en la última década y en este sentido, la pandemia del covid-19 fue una gran ayuda para que puedan consolidarse fuertemente en el mundo digital que transitamos.
Las formas de comunicarse e informarse han cambiado con el paso del tiempo. El debate que se genera hoy, gira en torno al rol del periodismo y futuro del mundo laboral, en base a la repercusión que ha tenido la IA y el chat GPT en sus diferentes versiones, en los medios de comunicación.
En septiembre del 2020, el medio británico The Guardian publicó por primera vez una columna periodística en su portal escrita por una IA, donde ésta aseguró que sus intenciones no estaban orientadas a erradicar a los humanos, sino a brindar herramientas.
La IA que se usa para operar como periodista tiene ventajas visibles en relación a los humanos, se nutre de datos de Internet que han sido proporcionados por nosotros mismos y replica de manera automatizada información en pocos minutos. Trabajo que le llevaría horas a los redactores, un bot las soluciona en cuestión de minutos.
Sin embargo, lo que no puede hacer es poner en contexto, investigar y asegurar la veracidad y la calidad de la información que se pone en juego.
Un periodismo responsable y dedicado en conjunto con las herramientas que las nuevas tecnologías facilitan con la inmediatez, son una fusión y alternativa viable en un futuro para llevar a cabo la ética y la labor periodística.
Repensar cuál es la mejor alternativa y qué camino puede tomar el campo comunicacional en una sociedad atravesada por la era tecnológica, es importante para poder entender a qué apuntamos y cuál es el rol que queremos asumir a la hora de informar como periodistas de esta nueva era.