

Fue violentado cuando pidió a los dos rugbiers que colaboren con la limpieza de la playa Segundo Salto, a unos 3.000 metros del faro y en donde se había realizado el evento ilegal.
Su hermano quien presenció el hecho, declaró: "No quedaba mucha gente, los pocos que quedaban estaban en la fogata y a Felipe lo agarraron cuando fue a buscar la camioneta. Pegaron un grito, cuando Felipe se da vuelta, le pegaron dos piñas y lo tiraron al piso. Son dos desquiciados, mi hermano tiene 23 años, es un pibe, y estos locos, tienen más de 30 años, tendrían que estar con su familia, y andan haciendo quilombo en fiestas clandestinas”.
La fiscal Natalia Ramos ordenó realizar las pericias correspondientes e identificó a los acusados en su domicilio.