

Por: Lic. Agustín Cámara
Continúa la búsqueda desesperada por Titan, el sumergible de la empresa OceanGate con fines turísticos para visitar los restos del Titanic. El viaje cuesta unos 250 mil dólares y sólo hay lugar para 5 tripulantes, con los cuales perdieron comunicación una hora y 45 minutos después de que se sumergieron.
A medida que pasan las horas, fueron revelando detalles de cómo es el funcionamiento de Titan y qué características tiene. Entre ellas una muy curiosa: es manejado por un joystick de Play.
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El Titan pesa unos 10.432 kg y tiene un casco de fibra de carbono de cinco pulgadas de espesor estándar aeroespacial reforzado con dos tapas de titanio en forma de cúpula. En criollo: es muy resistente y está sellado desde el exterior, por lo que no hay manera de escapar más que salir a la superficie y que lo abran. Es capaz de alcanzar profundidades de hasta 4.000 m (el Titanic se encuentra a 3.800m).
A diferencia de un submarino, los sumergibles tienen reservas de energía limitadas y necesitan una embarcación de apoyo separada que pueda lanzarlas y recuperarlas.
Por dentro es muy pequeño, mide solo 670 cm x 280 cm x 250 cm y puede transportar solamente a 5 tripulantes (4 pasajeros y 1 piloto) que viajan sentados. En la parte delantera de la embarcación hay un gran "ojo de buey" abovedado que ofrece un mirador, que según la compañía es el "mirador más grande de cualquier sumergible tripulado de aguas profundas".
Otra de las características es que las paredes del submarino se calientan ya que las condiciones pueden volverse extremadamente frías en esas profundidades.
Está equipado con sistemas de navegación por sonar e iluminación de última generación para iluminar los restos del Titanic, además de equipos de video y fotografía 4K montados interna y externamente. También utilizan un escáner láser exterior y un sonar para mapear el barco. En el interior, la tripulación puede ver la embarcación en ruinas en una gran pantalla digital, mientras revisa los datos recopilados en varias tabletas.
A su vez, por una cuestión de seguridad, el sumergible tiene un sistema para monitorear el casco del barco en tiempo real. Tiene sensores para analizar los efectos del cambio de presión en el submarino mientras se sumerge, para evaluar la integridad de la estructura.
David Pogue, quien subió a bordo tiempo atrás, informó que leyó una exención que describía al sumergible como una embarcación "experimental", "que no ha sido aprobada ni certificada por ningún organismo regulador, y podría resultar en lesiones físicas, discapacidad, trauma emocional o muerte".