

Por: Agustina Miranda
Un día como hoy pero en 1962 fallecía Marilyn Monroe, con un final prematuro y misterioso que se sigue investigando hasta hoy. Fue una actriz, modelo e ícono de la moda que se llegó a consagrar como una de las grandes estrellas de Hollywood, muchas veces presa de las tensiones propias de la época y el machismo perpetrado en su figura.
La artista marcó la época de los 50 con la interpretación de sus personajes y la creación de una personalidad, figura y estilo identitario. Sus películas recaudaron $200 millones en aquel entonces, y formó parte de "River of No Return", "Los caballeros las prefieren rubias", "El príncipe y la corista", "Bus stop", "Almas desesperadas", "Torrente pasional" y más.
Además, colaboró con su fuerte enlace con la moda y logró imponer prendas que son recordadas por ser llevadas por la mismísima Marilyn Monroe. Entre ellas, el vestido blanco con volados que se popularizó por la escena de "Siete años para pensar" (1955), donde el vestido es levantado por la explosión de un metro. Sin dudas, es visto como uno de los más icónicos y representativos de la actriz.
Por otro lado, una de las prendas más comunes y básicas en la actualidad son los jeans azules; pero en su momento formaban parte de una revolución y un nuevo modo de vestir.
Una característica visible en las imágenes (y la mayoría de las que circulan de ese tiempo) contienen la particularidad de que está acompañada por la figura de un hombre, quien mantiene la mirada fija sobre ella. Por muchos años fue reducida a ser vista sólo como un "símbolo sexual" debido a la imponente cosificación hacia las mujeres; visión que predominaba al momento de darle forma a sus personajes y orientarlos hacia un público masculino.
Además, denunció en algunas oportunidades sobre acosos sexuales que sufrió formando parte de la industria. En el artículo "Los lobos que he conocido" de la revista Motion Picture and Television Magazine, expresó: "Hay muchos tipos de lobos. Algunos son siniestros, otros son simplemente juerguistas que intentan conseguir algo a cambio de nada y otros lo convierten en un juego". En la misma línea, una vez le advirtió a la actriz Joan Collins sobre estos "lobos de Hollywood", quienes eran capaces de quitarle el contrato si no conseguían lo que querían.
En este sentido, resulta fundamental repensar su historia más de 60 años después y cómo se construyeron y siguen construyéndose las figuras "femeninas"; que si bien cambian con el paso del tiempo, mantienen una fuerte presión sobre el deseo de otro/s.