

Por: Lic. Agustín Cámara
Este lunes se realizó un acto homenaje a Rodolfo "Turco" Achem y Carlos Miguel, ambos fueron militantes estudiantiles y funcionarios de la UNLP, secuestrados y asesinados el 8 de octubre del 1974 por la Concentración Nacional Universitaria (CNU). El evento se realizó en la Sala del Consejo Superior en el primer piso del Rectorado en calle 7 entre 47 y 48.
La actividad fue realizada en conjunto entre el sindicato de los Trabajadores Nodocentes (ATULP) y la UNLP. En el panel estuvieron el secretario general de ATULP, Raúl Archubi, el Secretario General de la Universidad, Patricio Lorente y familiares de Achem y Miguel. En la Sala del Consejo Superior estuvieron presentes representantes gremiales, decanos, docentes y funcionarios de la UNLP.
El secretario general de ATULP, Raúl Archubi, recordó a ambos militantes y afirmó que "da mucha bronca" escuchar a candidatos que niegan todo lo que pasó en la última dictadura cívico militar: "Cada vez que nombramos a ambos vemos que tenían 33 y 31 años, a quién se le cruzó por la cabeza matar a un pibe por una idea política" reflexionó.
"Hicieron un desgaste con dos generaciones de dirigentes estudiantiles y sindicales y ver candidatos que niegan esto da mucha bronca, mucho asco. No permitamos que estos satrapas se adueñen de nuestro país porque le va a ir muy mal a la universidad pública, a los pibes que quieren estudiar y a los que nos vamos a quedar sin trabajo" concluyó.
El secretario General de la Universidad, Patricio Lorente, recordó el acto del 2021 donde se repusieron las placas de Achem y Miguel en la calle 48 entre 6 y 7, que lleva el nombre de ambos. A su vez, historizó acerca de lo que fue la época de terror que comenzó con el asesinato de ambos dirigentes y funcionarios de la Universidad, y que continuó con la intervención en manos de Ivanissevich: "Seguimos pidiendo Memoria ,Verdad y Justicia por Achem, por Miguel, por todas las víctimas del terrorismo de Estado y del terror para estatal previo en la Universidad Nacional de La Plata". concluyó.
También en el acto tomaron la palabra el nieto de Achem, Federico Achem y la nieta de Miguel, Guadalupe Miguel, quien milita actualmente en la organización Sean Eternos en la Universidad. La joven recordó a su abuelo y a esa generación "que no dudó ni un segundo en dar la vida por un país y una universidad mejor" y agregó: "hoy los jóvenes tenemos ese deber y esa responsabilidad de seguir luchando por una universidad anclada a un proyecto de país y no aislada. Además de a Achem y Miguel hay que recordar también a todos los compañeros, levantando sus banderas y no dar ni un paso atrás".
Luego de las palabras los presentes se retiraron del salón del Consejo Superior hacia el primer piso del Rectorado donde se descubrió la placa que lleva el nombre de los homenajeados.
Rodolfo Francisco Achem tenía 33 años y era un sanjuanino que había migrado a La Plata para estudiar Derecho. Identificado con el peronismo, se incorporó a la Juventud Peronista. Desde el 30 de mayo de 1973 ocupó el estratégico cargo de Secretaría de Supervisión Administrativa de la Universidad.
Carlos Alberto Miguel, tenía 31 años y era médico veterinario. Al igual que Achem, fue un notorio dirigente de la Juventud Peronista platense. Desde el 30 de mayo de 1973 estuvo al frente del Departamento Central de Planificación de la UNLP.
Ambos fueron fundadores y dirigentes de la FURN (Federación Universitaria para la Revolución Nacional), donde pensaron y escribieron el documento de Bases para la Nueva Universidad donde sentaban su posición acerca del proyecto de universidad anclada a un modelo de país.
Ambos fueron secuestrados y asesinados el 8 de octubre de 1974 por la Concentración Nacional Universitaria (CNU), luego de recibir incontables amenazas durante semanas y cuando salían de reuniones en el gremio. Ambos cuerpos fueron arrojados a un descampado, exactamente el mismo día que el Ministro de Educación, Oscar Ivanissevich, disponía la intervención de la UNLP y su cierre temporario.
La portada del 9 de octubre de 1974 del diario platense El Día.
Al año siguiente, 1975, la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de la Plata (ATULP) en medio de una represión generalizada, valientemente recordó tanta barbarie con un paro y homenaje en el lugar de trabajo y colocación de una placa recordatoria en el cementerio local.
Desde aquel entonces se han realizado diferentes homenajes y se los recuerda cada año como emblema de los trabajadores universitarios e inolvidables dirigentes de la militancia estudiantil.