

Por: Tomás Turela
Con el peor escenario posible planteado para sus protagonistas en el corto plazo, la huelga de actores que mantiene paralizada a la industria de Hollywood cumplió este sábado 21 de octubre sus primeros 100 días. Ya es la más extensa de toda la historia (la de 1980 concluyó a los 95 días) y también la más incierta en relación a sus efectos en el futuro inmediato de la producción cinematográfica y televisiva más poderosa del planeta.
Hoy el diálogo está roto. Hace una semana, después de una inesperada y abrupta ruptura en las negociaciones, las partes dejaron de hablarse. “Luego de varias conversaciones significativas está claro que la brecha es demasiado grande las conversaciones no nos llevan a ninguna dirección productiva”, fue lo último que dijo oficialmente la Alianza de Productores de Cine y Televisión (Amptp), que nuclea a los principales estudios, productoras y generadoras de contenidos en la industria de Hollywood.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">Con mi Unión (SAG-AFTRA), en la huelga de actores. <a href="https://t.co/43g6gHcLjg">pic.twitter.com/43g6gHcLjg</a></p>— Rubén Blades (@rubenblades) <a href="https://twitter.com/rubenblades/status/1714689854401900761?ref_src=twsrc%5Etfw">October 18, 2023</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
Del otro lado está el Sindicato de Actores de Hollywood (SAG-Aftra), cuyos 160.000 afiliados redoblaron la huelga que se inició el 14 de julio. Los reclamos irresueltos son siempre los mismos: más ingresos por emisiones y repeticiones de películas y series en las plataformas de streaming, un nuevo acuerdo salarial con mejoras económicas y, sobre todo, mayores controles en el uso de la inteligencia artificial (IA). “Los estudios se niegan a proteger a los artistas para que no sean reemplazados por la IA”, es uno de los reclamos más firmes de los huelguistas.
El muy bien informado portal de noticias de Hollywood Deadline estimó que la huelga, al cumplir sus primeros 100 días, dejó como saldo una pérdida de 5000 millones de dólares para la economía de California, asiento tradicional de la más poderosa industria del entretenimiento de todo el planeta. En ese mismo lapso se perdieron 45.000 empleos y los ingresos de taquilla en los cines se redujeron en unos 400 millones de dólares.