

Por: Agustina Miranda
En el marco del paquete de leyes que el presidente de la Nación, Javier Milei, envió al Congreso, los espacios teatrales se posicionaron en contra de lo que significaría una amenaza contra sus trabajos.
Entre las reformas, sus medidas buscan cerrar el Instituto Nacional del Teatro (INT) y el Fondo Nacional de las Artes (FNA); así como también llevar a cabo el desfinanciamiento del INCAA, el Instituto Nacional de la Música (INAMU) y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP). Además, promueve derogar la Ley Nacional del Teatro, la cual resguarda a la actividad teatral y determina la promoción y el apoyo del Estado.
En ese sentido, el cierre del INT significa la pérdida del organismo encargado de financiar a muchos de los espacios artísticos teatrales en el país. Cabe recordar que el rol de este espacio es "promover y apoyar la actividad teatral en todo el territorio del país", fomentando las actividades teatrales a través de concursos, certámenes, convocatorias, muestras y festivales, con subsidios y becas a grupos, salas, artistas, eventos, proyectos.
Por su parte, la reforma le quita peso al FNA, el cual ni siquiera constituye un gasto público: el presupuesto se sostiene a través de dominio público, es decir, cada vez que se usa la obra de un artista que murió hace más de 70 años, el dinero es destinado a los artistas de la actualidad.
Por su parte, el INT aclaró: "Su eliminación se plantea sin fundamentación, de manera arbitraria y sin el reclamo de ningún sector que demande esta derogación (...) El teatro es trabajo y, como tal, generador de miles de fuentes de empleo. Con la derogación de la Ley Nacional del Teatro no solo están en riesgo los puestos de quienes formamos parte del Instituto Nacional del Teatro, sino de todas aquellas fuentes laborales que dependen de la puesta en escena de obras y ciclos de teatro independiente: rubros técnicos, actorales, dramatúrgicos y de dirección, salas y espacios de todo el país, medios especializados e infinidad de actividades conexas a la producción de las artes escénicas".
Por otra parte, otros organismos que responden al Instituto se posicionaron al respecto desde los dichos del asesor presidencial, Federico Sturzenegger. En ese sentido, la Caterva de City Bell expresó: "Como institución, el INT nos ha acompañado siempre en nuestra actividad comunitaria, representando un sostén económico y formativo en el ejercicio de nuestra producción teatral y permitiéndonos sostener un espacio físico desde el cual propiciar un servicio cultural al servicio de la comunidad".
Por lo pronto, la legitimidad y/o continuidad de las medidas quedan a la merced del labor legislativo de quienes representan al país en el Congreso, desde donde deben decidir si esto se pondrá o no en marcha. Mientras tanto, los espacios culturales mantienen el estado de alerta y defienden que dicha medida "aniquila la actividad teatral independiente argentina".