viernes 04 de julio de 2025 - Edición Nº2403

Opinión | 8 dic 2024

El peronismo volvió a activar el TINA -there is no alternative-

En el primer año de la era Milei el peronismo vuelve a girar sobre Cristina Kirchner. Uno de los problemas cruciales es que el kirchnerismo quedó lastimado, incluso ridiculizado, en un tema crucial para los argentinos y argentinas: la economía. Esta vez, ampliar será muy difícil.


Por: Maximiliano Juárez

El peronismo está desangelado, la sociedad se está cobrando la cuenta del fracaso estrepitoso del gobierno del Frente de Todos con una brutal indiferencia a los posicionamientos y banderas que intentó levantar para oponerse al presidente Javier Milei. La poca legitimidad que tienen sus máximas figuras para contraponerse al plan económico libertario le sacó margen de acción. Para graficar este flanco débil el ex candidato a presidente del kirchnerismo, Sergio Massa, ni siquiera pudo presentar su libro reiteradamente anunciado sobre su gestión al frente de Economía. Primó la cordura y se dedicó a operar políticamente desde las sombras, un rol importantísimo al que se puede volcar el jefe del Frente Renovador y que sería más valioso para la oposición. Ejemplo: con la venía de Maximo Kirchner articula para acercar posiciones entre La Plata y el Instituto Patria. Por otro lado, la batalla por las universidades públicas se desvaneció en el aire, tanto, que el vocero Manuel Adorni anunció el arancelamiento para estudiantes extranjeros. La percepción que parece primar en la política argentina es que a nadie le importa otra cosa que no sea la agenda que ejecuta el Gobierno Nacional.

 

En el peronismo se volvió activar el TINA- There is No Alternative- que representa colocar siempre las acciones en la figura de Cristina Kirchner, la jefa del justicialismo. Los motivos son tres: es la única dirigente del peronismo que sabe a quién representa y tiene reservas para devolverle pelotas al gobierno -fue muy rápida con el escándalo del senador Kueider- la figura del presidente no le genera temor personal -si le teme mucho a una futura dolarización de la economía, según el periodista platense Javier Laquidara- y finalmente Milei la eligió como líder de la oposición, lo que resulta fundamental, ya que este es un gobierno que marca la agenda y tiene un horizonte claro que es enfrentarla en las elecciones presidenciales del 2027. 

 

Es necesario explicar por qué Axel Kicillof no pudo frenar el TINA. La primera razón es temporal, se lanzó demasiado pronto a una campaña que desde la óptica de la política argentina queda demasiado lejos, sus ideas y vueltas a la hora de iniciar un nuevo proceso de renovación en el peronismo lo debilitaron por partida doble, perdió la confianza de CFK, lo que hizo que un sector importante de la militancia kirchnerista se desencante, su abstención activa en la pelea por el Partido Justicialista y el propio encierro que se generó poniendo un escudo a la provincia de Buenos Aires, generan poco entusiasmo en el resto del peronismo, que entiende que terminará pactando con su ex jefa. Los armadores de Axel se acercan peligrosamente a la estrategia política de Daniel Scioli cuando empezó a pensar en ser presidente con y sin Cristina. Si este es el camino, la provincia de Buenos Aires se puede dirigir a la peor remake: un sciolismo progresista.  

 

Otra variable que activa el TINA es que saliendo de la provincia de Buenos Aires el resto de los gobernadores no juegan políticamente en años pares. En palabras de Juan Manuel Morena, director de Mundo Gremial, esperan que pase la sangría electoral del 2025. Tiempistas, esperarán primero que Javier Milei barra con el Pro de Mauricio Macri. 

 

Finalmente cabe preguntarse qué va hacer el Instituto Patria con el Partido Justicialista. Es muy pronto para saberlo y los indicios son confusos. En sus primeras apariciones como jefa de la estructura partidaria la ex presidenta osciló entre la nostalgia del alto imperio kirchnerista y unos destellos de acercamiento a las posiciones nacionalistas del presidente de los Estados Unidos,  Donal Trump, hoy muy bien representado cultural y estéticamente por el presidente Javier Milei. Ambos, referentes de la Rocky Balboa International Club. Cristina sí intentó visibilizar las contradicciones económicas del aperturismo ingenuo del Gobierno Nacional y la impronta proteccionista del nuevo Partido Republicano, el MAGA, que en el pasado ya se cargo a los exportadores de biocombustible argentino cuando fueron denunciados por dumping en el año 2016 y castigados duramente por la secretaría de comercio del primer Trump. 

 

Un problema mayúsculo es que el kirchnerismo se volvió a achicar. El derrotero que fue del Frente de Todos a Unión por la Patria lo clavó de nuevo en 30 puntos, los votos de Cristina en resumidas cuentas. Si en el 2019 los movimientos tácticos de Cristina para ampliar fueron incorporar al Frente Renovador de Sergio Massa, ex nestoristas y figuras como las de Felipe Solá, que se habían alejado del entorno cristinista y que derivó en la estrategia final de Alberto presidente, hoy todo ese horizonte de representaciones ya los tiene como aliados estratégicos y todos juntos fueron derrotados por Milei. En un análisis reduccionista pero válido podemos confirmar que no será esta vez con nombres propios como se logre una estrategia ganadora, aunque suene abstracto, la principal tarea será encontrar una causa que vuelva a conectar al peronismo con la sociedad. Hoy el esquema que tiene la ex presidenta es el siguiente: un sector de centro derecha representado por Sergio Massa con escasa representación popular y extremadamente vulnerable después de la gestión económica del ex candidato, un sector purista representado por La Cámpora, que está perdiendo de manera acelerada su pelea por la juventud ante La Libertad Avanza y un polo progresista en la provincia de Buenos Aires liderado por Axel Kicillof, hoy en proceso de desgaste por la ansiedad que provoca el cierre de listas del 2025. Todos tienen menos poder que antes. 

 

Es preciso destacar que para Javier Milei hoy el peronismo no es un problema de primer orden. No es acá donde se está librando la batalla de la política argentina, al menos así lo piensa el gobierno en el más alto nivel. El brazo político del libertario, Guillermo Francos, Karina Milei, Santiago Caputo y el Gordo DAN, primero van a poner a la escudería digital y territorial en destruir al Pro de Mauricio Macri en las legislativas del 2025. La obsesión hegemónica de Milei no soporta compartir representación social con esquemas ajenos y mucho menos con el liberalismo bien pensante.Por eso, la propuesta generosa de Milei será invitarlos a sumarse a las listas violetas o la guerra. La duhaldizacion de Macri es inevitable.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias