

Desde el 1° de enero, las recetas médicas electrónicas son de uso obligatorio para prepagas y obras sociales en Argentina. Esta medida busca modernizar y agilizar el acceso a los medicamentos, garantizando mayor trazabilidad y seguridad en el proceso de prescripción.
Sin embargo, se establecieron excepciones para aquellas zonas del país donde el acceso a la tecnología es limitado, permitiendo que se continúe utilizando la receta en papel.
Solo 11 de las 24 jurisdiccionesadhirieron a la reglamentación de la receta médica electrónica del Ministerio de Salud de la Nación. Son Catamarca, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, Tierra del Fuego y Tucumán.
La provincia de Buenos Aires, y la Ciudad de Buenos Aires, Chubut y La Rioja tienen su propias normativas de recetas electrónicas. Río Negro y Santa Fe, tienen proyectos similares en marcha. Las prepagas, al ser reguladas desde Nación, deben adaptarse a la receta electrónica.
El sistema digital permitirá reducir errores en la prescripción, evitar falsificaciones y facilitar el almacenamiento de los registros médicos. Las farmacias deberán adaptarse a este cambio, aceptando únicamente recetas electrónicas, salvo en los casos exceptuados.
Esta medida representa un paso importante hacia la digitalización del sistema de salud en Argentina, con el objetivo de optimizar recursos y mejorar la experiencia tanto de pacientes como de profesionales médicos.
Para que las recetas electrónicas tengan validez, deberán incluir estos requisitos: