Por: Lic. Agustín Cámara

En una entrevista con Luis Majul en El Observador, el presidente Javier Milei rompió el silencio sobre la muerte de Jorge Lanata. Aunque había recibido críticas por no emitir un mensaje público, Milei justificó su decisión: “Frente a esa situación, yo temía, y acerté, que cualquier opinión que se hiciera iba a ser llenada de manera miserable y, en esa miserabilidad, tener un manoseo de índole político”.

 

El mandatario también reflexionó sobre el legado del periodista, reconociendo tanto sus aportes como sus controversias: “Uno puede destacar cómo ha convertido el periodismo en un show, lo cual es una virtud. Uno puede cuestionar la creación de un ejército de zurdos que le contaminaron la cabeza a los argentinos o puede reivindicarlo en su última etapa, persiguiendo a los kirchneristas hasta abajo de la cama. Esa es mi opinión y nadie puede poner en duda eso”.

 

Milei, conocido por su estilo frontal, no esquivó la mención a sus diferencias con Lanata: “Si he tenido diferencias con él, es un problema mío. Y tampoco es la estupidez de compararlo con el hijo de remil puta (sic) de Ginés González García, que es corresponsable de una cuarentena que es un delito de lesa humanidad”.

Además, criticó al periodismo por la presión que sintió para emitir una opinión tras la muerte del conductor: “Días después de que partió Lanata, partió Leo Dan y no veo que salieran a exigir que todo el mundo opine sobre eso. El problema lo tienen los periodistas que se creen el centro del mundo”.
 

La anécdota que une a Milei, Conan y Lanata

 

Sin embargo, el momento más inesperado de la entrevista fue cuando Milei reveló una anécdota personal que lo vincula indirectamente con Jorge Lanata y que tuvo como protagonista a su querido perro Conan.

 

“Yo sé que tengo la vara de la sorpresa alta, pero esto créame que lo va a sorprender”, anticipó Milei antes de relatar la historia. El presidente confesó que siente un fuerte agradecimiento hacia Lanata, aunque el periodista nunca llegó a saberlo.

 

Todo comenzó una noche de domingo cuando Milei visitaba a sus padres en Devoto. Su madre le sugirió quedarse para ver el programa de Lanata, pero él decidió regresar a su departamento en las Torres del Abasto. Ya instalado en su casa junto a Conan, se acomodó para ver el programa cuando escuchó una explosión.

 

“Pensé que habían censurado a Lanata. Pero el aire estaba raro. No tengo olfato, pero algo no estaba bien” relató Milei. Fue su perro Conan, un mastín inglés de 90 kilos, quien lo alertó al dirigirse al balcón. Desde allí, Milei vio humo y entendió que el edificio estaba en llamas.

 

“Le dije: ‘Conan, o nos salvamos juntos, o nos morimos juntos’. Increíblemente, se me pegó a la pierna, le puse la correa y bajamos por la escalera” contó emocionado. Durante el descenso, cargó a Conan para evitar que se lastimara con los vidrios rotos.

 

Una vez a salvo, Milei llevó a su perro al veterinario Miguel Durán, quien revisó a Conan y luego advirtió que el verdadero problema era el propio Milei: “Miguel me revisó y dijo: ‘Conan está bien. El problema sos vos’. Estaba cianótico por el humo. Me dio oxígeno porque, literalmente, me estaba muriendo”.

 

Al reflexionar sobre ese momento, Milei fue contundente: “Si no hubiera estado viendo el programa, yo no habría vuelto a casa. Conan se habría quedado solo en medio del incendio, y habría sido terrible”.

 

Finalmente, el presidente concluyó con una frase cargada de emoción: “Pude haber tenido muchas diferencias con Lanata, pero gracias a él, en uno de los momentos más importantes de mi vida, estaba donde tenía que estar”.