

Por: Guadalupe Miguel
En los próximos meses, Barracas Central, inaugurará un estadio impactante para 18mil personas. Nadie puede explicar como con el ingreso de tan solo 2500 socios, el guapo trajo refuerzos de jerarquía. Ya se especula en el fútbol argentino si se trata de una privatización encubierta.
En medio del estallido de la polémica por las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), impulsadas por el gobierno y resistidas por la AFA, y con la irrupción del grupo económico de Foster Gillet en Estudiantes de La Plata, la pregunta que resuena ahora es: ¿Barracas Central recibe capitales privados para construir un estadio y contratar jugadores?
Nadie habla. Nadie responde. O no los dejan. Alrededor de Barracas todo es silencio y especulaciones. La referencia permanente es “El Comandante” y una posible represalia si alguien habla de más.
La intención del club es inaugurar la nueva cancha entre fines de febrero y principios de marzo, durante el torneo Apertura de la Liga Profesional, con sus dos nuevas tribunas y la ampliación de la platea hacia los dos costados. Todo el campo de juego también fue renovado y contará con iluminación artificial de última generación para poder jugar partidos nocturnos.