

Por: Lic. Agustín Cámara
Un evento sin precedentes ocurrió en la costa de Tenerife: por primera vez, un ejemplar vivo del diablo negro (Melanocetus johnsonii), un pez abisal caracterizado por su bioluminiscencia y su aspecto singular, fue registrado en la superficie a plena luz del día. El descubrimiento sorpendió a la comunidad científica, ya que esta especie habita normalmente entre los 200 y 2.000 metros de profundidad, lejos del alcance de la luz solar.
La ONG Condrik-Tenerife, dedicada al estudio de tiburones y rayas en el archipiélago, documentó el hallazgo a solo dos kilómetros de la costa. La bióloga marina Laia Valor fue la primera en divisarlo, y junto a un equipo de especialistas logró capturar imágenes inéditas de este enigmático depredador.
AHORA | Graban por primera vez al terrorífico 'Diablo Negro' 😱😈🐟
— enAgenda (@enagenda_) February 7, 2025
👉 El avistamiento fue en el abismo de Tenerife y aseguran que podría ser la primera vez en la historia que fue visto de esta manera a plena luz del día. pic.twitter.com/aqcVECKyXN
Este hallazgo es inédito. Hasta ahora, los diablo negro solo se habían observado en estado larvario, muertos o a través de vehículos submarinos en abismos de hasta 2.000 metros de profundidad. Entonces, ¿qué hacía un cazador de las sombras en la superficie, bajo la luz del sol?
El diablo negro es un maestro del engaño en la penumbra oceánica. Su icónica antena luminosa, repleta de bacterias bioluminiscentes, actúa como una trampa mortal: atrae a sus presas y las devora de un solo bocado. Pero en esta ocasión, la criatura estaba completamente fuera de su hábitat.
Los científicos barajan varias hipótesis para explicar su extraña aparición: podría haber sido arrastrado por una corriente ascendente, huir de un depredador o incluso sufrir una enfermedad que afectara su capacidad de nado. Lo cierto es que el ejemplar estaba debilitado y solo sobrevivió unas horas tras ser avistado.
El avistamiento, registrado en la Red de Observadores del Medio Marino en Canarias (RedPROMAR), ya está generando revuelo en la comunidad científica. La posibilidad de estudiar al diablo negro en aguas superficiales podría proporcionar pistas valiosas sobre su biología y comportamiento.
A pesar de su apariencia imponente, el diablo negro es inofensivo para los humanos. Su peculiar biología y su rara presencia en aguas superficiales convierten este hallazgo en un hito que podría arrojar nuevas pistas sobre los ecosistemas de las profundidades marinas.