

Cada 4 de marzo en Argentina se celebra el Día del Hermano, una fecha que, si bien no tiene un origen oficial documentado, se fue consolidado con el tiempo como una jornada especial para resaltar la importancia de la fraternidad y la unión familiar.
A diferencia del Día Mundial del Hermano, que se conmemora el 5 de septiembre en homenaje a Madre Teresa de Calcuta, la versión argentina está más relacionada con la tradición y la solidaridad dentro de la familia.
A diferencia de otros países, donde la hermandad se conmemora en distintas fechas, en Argentina el 4 de marzo se ha instalado como el día para homenajear a los hermanos. Si bien no existen registros oficiales sobre el motivo exacto de esta elección, algunos especialistas sostienen que la fecha se popularizó con el tiempo gracias a la masificación de las redes sociales y el desarrollo de la tecnología.
Más allá de su origen incierto, lo importante es el significado de esta jornada: reconocer la importancia de los hermanos en la vida cotidiana, valorar su compañía y fortalecer los lazos afectivos que perduran a lo largo de los años.
A nivel internacional, el Día Mundial del Hermano se celebra el 5 de septiembre en honor a Madre Teresa de Calcuta, quien falleció en esa fecha en 1997. Su legado de amor y solidaridad la convirtió en un símbolo de fraternidad, inspirando esta conmemoración en muchos países.
Además, en otras partes del mundo existen diferentes fechas para destacar el vínculo entre hermanos:
• Estados Unidos: 10 de abril, conocido como el National Siblings Day.
• Europa: Algunos países celebran la hermandad el 31 de mayo, sin importar si el vínculo es de sangre o afectivo.
Si bien no está establecida como el día del padre o de la madre, muchos argentinos aprovechan la excusa para reencontrarse, enviar mensajes cariñosos o recordar anécdotas compartidas. Más allá de la fecha en sí, el Día del Hermano es una oportunidad para celebrar el amor, la complicidad y el apoyo incondicional que caracteriza esta relación.