

En medio de una Plaza de San Pedro colmada de gente, se conoció al sucesor de Francisco minutos más tarde de la fumata blanca. El nuevo papa es el estadounidense Robert Prevost tras ser el más votado en el Cónclave por los 133 cardenales en el segundo día del cónclave. Se convirtió en el 267° papa de toda la historia.
El cónclave ha elegido como nuevo papa al cardenal Robert Francis Prevost, un estadounidense con raíces profundamente arraigadas en América Latina. Nacido en Chicago en 1955 y formado en la Orden de San Agustín, Prevost combina una sólida trayectoria académica -es licenciado en Matemáticas, teólogo y doctor en Derecho Canónico- con una vasta experiencia pastoral desarrollada en Perú, donde incluso obtuvo la nacionalidad.
Durante su misión en el norte peruano, trabajó en comunidades vulnerables, priorizando la cercanía con la gente y la defensa de los derechos humanos. En 2015 fue nombrado obispo de Chiclayo, y en 2023 ascendió al estratégico cargo de prefecto del Dicasterio para los Obispos, desde donde asesoró directamente al Papa Francisco en la designación episcopal global.
De perfil sobrio, Prevost es reconocido por su estilo pastoral antes que político, su capacidad para construir consensos y su conexión con el ideario reformista de Francisco. Su prestigio entre los cardenales se mantuvo firme gracias a su experiencia de gobierno, su sensibilidad social y su visión integradora.
Con un español fluido y un pensamiento alineado al Sur global, el nuevo Papa representa una figura de equilibrio: cercana a las periferias, con experiencia internacional y con los pies puestos tanto en Roma como en América. Su elección marca una continuidad con el legado de Francisco, en un momento en que la Iglesia busca unidad, renovación y mirada global.