

Javier Milei protagonizó dos gestos políticos contundentes durante el Tedeum por el 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana. Al ingresar, el Presidente le negó el saludo al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y también a su vicepresidenta, Victoria Villarruel, en una escena cargada de tensión.
La primera señal incómoda se dio cuando Milei recorría el interior de la catedral saludando a los presentes. Tras abrazar con entusiasmo a José Luis Espert, ignoró por completo la mano extendida de Jorge Macri, quien quedó “pagando” y reaccionó levantando las cejas en señal de molestia. Minutos después, al pasar frente a Villarruel, el Presidente ni la miró ignorándola por completo, mientras ella respondía con una sonrisa irónica.
La escena quedó aún más en contraste con el mensaje del arzobispo Jorge García Cuerva, quien pidió unidad, diálogo y dejar atrás “el barro de la descalificación y el odio” en su homilía frente a la cúpula política.