

Por: Lucas Ponce
El actual gobierno afirma que existe una elevada carga tributaria sobre el sector formal de la economía, y que eso ha incentivado el crecimiento de la informalidad. “¿Hay algo para objetar? No. Es un punto válido.”
Pero como las inversiones todavía no aparecen -y ya vamos por el segundo año de gestión-, la atención se centró en nuevas formas de captar recursos, “buscar dinero”. Apareció el dato del Fondo Monetario y del Poder Ejecutivo que estima que los argentinos tenemos, abajo del colchón y sin declarar, unos 290.000 millones de dólares.
Un lindo número para intentar reactivar una economía que hace rato viene estancada.
Entonces, ¿qué hacer para que la gente esté más proclive a sacar sus dólares del colchón?
El pasado viernes 24 de mayo, se decretó un plan de simplificación y desregulación general. Básicamente, se dio una orden política y administrativa para que los siguientes organismos trabajen en normas futuras que allanen ese camino:
• Banco Central de la República Argentina (BCRA)
• Agencia de Recaudación y Control Aduanero
• Unidad de Información Financiera (UIF)
Hasta el momento, ni el Banco Central ni la Unidad de Información Financiera emitieron normas concretas. Solo se sabe que tienen la orden política de avanzar en la desregulación, pero los detalles clave —como qué se va a permitir, bajo qué condiciones, con qué controles o incentivos— todavía no existen.
La excepción es la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que sí tomó una medida concreta al eliminar el COTI, facilitando operaciones inmobiliarias. El COTI (Código de Oferta de Transferencia de Inmuebles) era un requisito obligatorio para operaciones que superaban cierto monto. Su eliminación simplifica el proceso y reduce trabas burocráticas.
La libertad avanza. En este contexto de simplificación y cambios regulatorios, el mercado inmobiliario comienza a mostrar señales de mayor dinamismo y oportunidades. Sin embargo, los mercados siguen siendo un terreno complejo y cambiante. Por eso, contar con una tasación actualizada —preferiblemente dentro de un rango no mayor a 60 días— se vuelve una herramienta fundamental para quienes buscan comprar propiedades, y también lo recomiendo para aquellos que realmente quieren vender.