

Los médicos residentes del Hospital Garrahan rechazaron el aumento salarial anunciado por las autoridades y resolvieron continuar con el paro, además de convocar a una marcha para este jueves 5 de junio. La decisión fue tomada en una asamblea realizada el martes, donde también se denunció el incumplimiento de la conciliación obligatoria por parte del Gobierno.
“El conflicto con residentes abarca solo una parte del personal. Y ni siquiera está resuelto: siguen de paro”, señaló Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE en el hospital. “El Gobierno no convocó a ninguna audiencia de negociación y, además, emitió un comunicado brutal, estigmatizante y lleno de mentiras sobre los trabajadores que sostienen el Garrahan”, agregó.
La medida de fuerza fue votada por trabajadores de planta y residentes, quienes denunciaron que el ofrecimiento de un bono no remunerativo de $500.000 no responde a las demandas de fondo. Según explicó el gremio, ese monto no impactaría en aportes, aguinaldo ni obra social, lo que profundiza la precarización laboral.
Desde la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT), también rechazaron el comunicado emitido el domingo por la dirección del hospital, que fue replicado por el presidente del Consejo de Administración, Mario Lugones. En ese texto se acusó de "ñoquis" a parte del personal y se afirmó que “quien no asista, será despedido”.
“Están intentando dividir al equipo de salud, estigmatizando al personal administrativo y evitando una negociación colectiva real”, sostuvo Norma Lezana, secretaria general de la APyT. El gremio exigió además la revocación inmediata de la conciliación obligatoria por considerar que fue usada como herramienta para “desmovilizar el justo reclamo” y sostener el ajuste.
Paralelamente, el Gobierno nacional convocó a los trabajadores afiliados a ATE del Hospital Garrahan para una audiencia salarial el jueves a las 13:30, aunque en un ámbito separado del conflicto con los residentes. El sindicato alertó que se trata de una maniobra para dividir los reclamos y evitar una solución integral.