

La guerra entre Donald Trump y Elon Musk no da tregua y parece no tener retorno. El magnate tech, dueño de Tesla y X, y figura clave en la campaña del presidente, acaba de soltar una bomba que sacude la política estadounidense: vinculó directamente a Trump con los archivos del pedófilo Jeffrey Epstein.
"Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. Guarda esta publicación para el futuro. La verdad saldrá a la luz." tuiteó Musk sin vueltas en su cuenta de X, desatando un caos en redes sociales y una denuncia sin precedentes contra el presidente de Estados Unidos.
La relación entre Elon Musk y Donald Trump pasó de la luna de miel a la ruptura total en cuestión de días. Musk, quien financió parte de la campaña presidencial y por 129 días fue el jefe de la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE), renunció días atrás y comenzó a manifestar su descontento con la Casa Blanca.
El punto de quiebre fue la durísima crítica de Musk al nuevo proyecto de ley fiscal de Trump. El empresario no se guardó nada y calificó el paquete económico de "abominación repugnante", acusando al gobierno de aprobarlo "en plena noche, tan rápido que ni el Congreso pudo leerlo".
La respuesta de Trump no se hizo esperar. En una conferencia, el presidente salió con los tapones de punta: "Elon se estaba 'agotando', le pedí que se fuera, le quité el mandato de vehículos eléctricos que obligaba a todos a comprar coches eléctricos que nadie más quería (¡y que él sabía desde hacía meses que yo iba a hacer!), y simplemente se volvió loco”. Con eso, Trump se refería a la eliminación de créditos fiscales para autos eléctricos, una jugada que golpea directo en la línea de producción de Tesla.
Pero la cosa no terminó ahí. Trump elevó la apuesta con una amenaza directa a los jugosos contratos que las empresas de Musk tienen con el gobierno. "La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que (Joe) Biden no lo hiciera!", sentenció Trump.
Para tener un contexto: SpaceX, la empresa espacial de Musk, en abril, cerró un contrato de 5.900 millones de dólares con la Fuerza Espacial para lanzar satélites y misiones con sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy por los próximos cinco años. Además, Starlink, la subsidiaria de telecomunicaciones de SpaceX, tiene convenios millonarios con el gobierno como por ejemplo el desarrollo de comunicaciones seguras para agencias de inteligencia de Estados Unidos.
Ante la amenaza de Trump, Musk no dudó en responder con otra: “A la luz de las declaraciones del Presidente sobre la cancelación de mis contratos gubernamentales, SpaceX comenzará de inmediato la desactivación de su nave Dragon”.
Musk, quien meses atrás financió la campaña de Trump con casi 300 millones de dólares, ahora es su némesis. Esta escalada, que ya genera repercusiones en el Congreso y los mercados, alcanza su punto más álgido con la explosiva acusación sobre Jeffrey Epstein en lo que parece haber cruzado límites. ¿Qué dirá Trump?