El regreso del público visitante en la Primera División del fútbol argentino no se concretará, al menos por ahora, en los estadios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Así se resolvió tras una reunión clave entre autoridades de la AFA y del área de Seguridad porteña, que terminó sin acuerdo.

La charla, realizada este lunes en la sede de la calle Viamonte, fue encabezada por el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y contó con la participación de Maximiliano Piñeiro, secretario de Seguridad de la Ciudad, y Juan Manuel Castrilli, subsecretario de Eventos Masivos y Deportivos. Según confirmaron fuentes oficiales, no están dadas las condiciones para el regreso del público visitante en CABA.

El propio Tapia había anunciado días atrás la posibilidad de que cada club decidiera habilitar o no el ingreso de la hinchada rival, pero la negativa de varios clubes porteños, incluida la de River y Boca, terminó por frustrar la idea en la Capital Federal.

Infraestructura y abonos vendidos: los grandes obstáculos

Desde 2013, cuando se prohibió el ingreso de visitantes por cuestiones de seguridad, los clubes de CABA realizaron modificaciones estructurales en sus estadios para adaptarlos exclusivamente al público local. Se eliminaron alambrados, se rediseñaron sectores y se vendieron abonos anuales a socios, lo que hoy impide redistribuir las tribunas sin afectar a quienes ya tienen su lugar garantizado hasta fin de año.

Además, para garantizar la seguridad de ambas hinchadas, serían necesarias obras adicionales de infraestructura que los clubes no están en condiciones de ejecutar de inmediato.

Sin visitantes, al menos hasta fin de año

Por todo esto, no habrá público visitante en los estadios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante 2025, al menos hasta fin de año. Tanto la AFA como el Gobierno porteño planean realizar nuevos relevamientos en los estadios y trabajar en un plan conjunto que permita avanzar con obras que contemplen estas problemáticas.

La posibilidad de contar con ambas parcialidades en los estadios porteños seguirá en pausa, mientras se intenta resolver un problema que ya lleva más de una década sin solución definitiva.