

Por: Edwin Castellar Arteaga
Colombia es un país marcado públicamente por la violencia y el narcotráfico, pero en el subterfugio de sus orígenes se esconde el Terrorismo de Estado, que es quién termina haciendo las veces de moderador en el negocio de cocaína, guerra y corrupción en el que han sumido a la nación.
Aunque el país goza de ser una de las economías más estables del continente, sin embargo también posee las mayores medidas de desigualdad, pobreza, analfabetismo y hambre.
Esto sumado a una pandemia provocó la retracción de la economía que ya venía mal, según el DANE (Departamento administrativo nacional de estadísticas) en Colombia el 49% de los laburantes se encuentran trabajando en la informalidad, sin contrato, pensión, o seguridad social.
Para el 2021, el gobierno del presidente Iván Duque no presentó ningún alivio económico o social a la población vulnerable durante la pandemia y por el contrario emitió divisas para que los grandes bancos pudieran sobrevivir.
Una reforma tributaria fue la gota que rebalsó el vaso y en medio de la mayor cantidad de muertos y contagiados, el país entero se dio cita un 28 de abril para exigir al Gobierno el retiro de la reforma.
Iván Duque es un extremista vestido de centro y su familia siempre estuvo cerca al poder (Colombia nunca fue gobernada por un partido diferente a la derecha y la ultraderecha). Para ganar la presidencia le bastó con la bendición de su jefe político Álvaro Uribe Vélez, conocido como el narcotraficante 82 o recientemente como "El Matarife".
Tanto para Duque como para su movimiento político, el país les pertenecía y podría hacer a sus anchas lo que quisieran en él. Su opulencia los llevó a dar de manera directa e indirecta el razonamiento que quienes protestan son "Enemigos" "Agentes del Castrochavismo".
La llegada del 28 de abril fue anunciada por los grandes medios como un acto de irresponsabilidad por el contexto de covid, la gran movilización pacífica y paro nacional demostró que en Colombia la situación era tan crítica que la gente prefería salir a marchar que tenerle miedo al virus.
Pero entonces pasó, policías con armas letales y de fuego, violando todos los protocolos internacionales de DDHH, salieron a "Combatir" a los "Enemigos de la democracia".
Al mejor estilo Videla, la policía (semi militar en colombia) se paseó a sus anchas por las calles mostrando fusiles y armamento de última tecnología. El presidente en alocución anunció la Militarización de ciudades, y defendió a capa y espada el accionar de sus matones.
La redes sociales se llenaron de vídeos con los abusos policiales tan viscerales, tan dolorosos que el ojo integraciónal miró a Colombia. Mientras la matanza continuó, cada diálogo fracasa pues mientras piden diálogos asesinan jóvenes la misma policía nacional.
La ola de manifestaciones iniciadas el 28 de abril, pasó de ser en rechazo a la reforma impositiva que fue luego retirada por el Gobierno a luego contra la militarización de las calles y a la feroz represión contra los manifestantes que dejó más de 50 muertos, según las organizaciones, y centenares de heridos. Oficialmente, la Defensoría del Pueblo da 42 muertos civiles.
50 muertos, 50 Kosteki y Santillán tirados en la calle de una manifestación, asesinado por la policía nacional de colombia al mando de Iván Duque.
Tras más de 20 días del Paro Nacional, el diálogo no arranca. La estigmatización sigue impidiendo el entendimiento. La propuesta de una “nueva agenda” inspira a estudiantes y académicos, que buscan una “convergencia nacional” de cara a las elecciones presidenciales que serán el año que viene.
El Comité Nacional del Paro (CNP) dio a conocer que el paro que vive el país desde el pasado 28 de abril continuará. Por tal razón, se convocarán a nuevas movilizaciones para los próximos 26 y 28 de mayo.
Colombia casi completa un mes en paro, y tiene al Gobierno de Duque y de su mentor, más débil que nunca en la historia. Se lograron detener las reformas tributaria y a la salud, muy regresivas para las mayorías, así como las renuncias del Ministro de Hacienda (Alberto Carrasquilla) y de la Canciller (Claudia Blum), y ahora se busca la de el Ministro de Defensa.
Un que se vayan todos a la colombiana. El paro nacional ya completa más de 3 semanas y las pérdidas en ese tiempo superan los 10,2 billones de pesos, lo que equivale al 17,4% de la inversión nacional para el 2021.
El país, sigue convulsionado, los casos de covid aumentando, los eventos deportivos cancelados, Colombia enfrenta un punto de no retorno, que debe ser ratificado en las proximas elecciones y así decir Nunca Más, a un gobierno de asesinos.