

Las tarifas del servicio eléctrico vuelven a subir en la provincia de Buenos Aires. Esta vez, el Gobierno bonaerense habilitó un aumento retroactivo al 1° de julio, por lo que las facturas que comenzarán a llegar en los primeros días de agosto ya incluirán el ajuste. El nuevo cuadro tarifario fue oficializado mediante la Resolución N°763/25, publicada en el Boletín Oficial.
La medida afecta tanto a usuarios residenciales como a comercios, industrias y pymes, y se suma al incremento aplicado en marzo, que impactó en las boletas de junio. El ajuste responde a una disposición del Organismo de Control de la Energía Eléctrica (OCEBA), que avaló el pedido de las empresas distribuidoras como EDELAP y otras operadoras del territorio bonaerense.
El impacto del aumento dependerá del nivel de segmentación de cada usuario y de su nivel de consumo mensual. Los nuevos valores son los siguientes:
Nivel 1 (altos ingresos):
Cargo fijo: $3.830,73
Cargo variable: $117,83 por kWh
Nivel 2 (bajos ingresos):
Cargo fijo: $2.935,14
Cargo variable: $63,88 por kWh
Nivel 3 (ingresos medios):
Cargo fijo: $3.138,18
Cargo variable: $76,11 por kWh
En este último grupo, además, el consumo subsidiado se reduce a 250 kWh mensuales. A partir de ese límite, se cobra tarifa plena, lo que encarece sensiblemente el monto final.
Desde las distribuidoras aseguran que el impacto final variará según el consumo y la categoría del usuario. Sin embargo, estiman que una factura promedio residencial podría incrementarse entre $2.500 y $3.800 respecto al mes anterior, especialmente en los hogares que ya no reciben subsidios o que superan los consumos promedio.
Además del golpe a las familias, la suba alcanza también a pymes, comercios y entidades públicas que no forman parte del esquema de segmentación, lo que genera preocupación en los sectores productivos por el aumento de los costos operativos.
Este ajuste se enmarca en el plan de recomposición tarifaria impulsado por el Gobierno nacional, con el objetivo de reducir progresivamente el gasto en subsidios al sector energético. Aunque el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) no regula directamente las tarifas provinciales, avaló el esquema de aumentos como parte del “ordenamiento tarifario” promovido por la Secretaría de Energía.
Desde la Defensoría del Pueblo bonaerense expresaron su preocupación por el impacto acumulado que este nuevo tarifazo genera sobre los sectores medios y bajos, y solicitaron que se revisen los topes de consumo subsidiado para evitar que más familias queden fuera del beneficio.
Con este nuevo aumento, las familias bonaerenses afrontan el cuarto incremento del año, en un contexto de fuerte inflación y caída del poder adquisitivo. Y mientras los subsidios retroceden, las boletas de servicios básicos siguen subiendo sin freno.