La victoria ante Independiente descomprimió el clima en Gimnasia. No solo por los tres puntos, sino también por el rendimiento: el equipo firmó su mejor primer tiempo del año y mostró solidez en el cierre, sin grandes sobresaltos, salvo aquella última pelota que Pussetto desvió al palo izquierdo y que terminó en las manos de Nelson Insfrán.

El alivio fue doble: buen juego y triunfo. Sin embargo, el Lobo sigue a solo tres puntos de la zona de descenso en la Tabla Anual, por lo que no hay margen para relajarse. El jueves, cuando visite a Godoy Cruz en el renovado estadio Feliciano Gambarte, tendrá un duelo directo por la permanencia: ambos equipos tienen 20 puntos.

Gracias a los resultados del fin de semana, Gimnasia alcanzó a Atlético Tucumán y al propio Tomba, y dejó detrás a Unión y Vélez (19), Banfield (18), Sarmiento, Aldosivi y Talleres (17) y a San Martín de San Juan (13), que hoy estaría descendiendo por promedios.

La visita a Mendoza será apenas el inicio de una serie decisiva: en las próximas cinco fechas, Gimnasia enfrentará a cuatro rivales directos por la permanencia. Dos partidos serán de visitante en Cuyo, y tres en el Bosque. De los 15 puntos en juego, obtener una buena cosecha podría darle al equipo de Orfila el impulso necesario para pensar en algo más que evitar el descenso.

Luego del cruce con Godoy Cruz, el Lobo será local ante Lanús. Si bien el Granate no está entre los más comprometidos, solo suma 23 puntos, apenas tres más que Gimnasia. Tras ese encuentro, tocará viajar a San Juan para enfrentar a San Martín, en un partido clave para dejarlo atrás en la pelea por la permanencia.

En el último fin de semana de agosto, Gimnasia volverá al Bosque para recibir a Atlético Tucumán, equipo que hoy tiene los mismos puntos. Y la seguidilla cerrará también en casa frente a Unión, que está un punto por debajo del Lobo.

En el club saben que si logran una racha positiva —algo que parecía lejano antes del triunfo frente a Independiente, ya que el equipo solo había ganado uno de sus últimos doce partidos—, podrán salir de la zona de peligro y aspirar a otros objetivos. El primero, clasificar entre los ocho mejores de su grupo para disputar el Clausura. El segundo, soñar con volver a competir a nivel internacional tras la frustrada participación en la Sudamericana 2023.

Después de esta seguidilla clave, llegarán desafíos de otra índole: Deportivo Riestra (hoy en zona de clasificación a copas), Rosario Central (el equipo más regular del año), Sarmiento (comprometido por promedios y con bajo rendimiento), Talleres, el clásico con Estudiantes, River en el Monumental, Vélez y Platense.

Si el Lobo logra salvarse antes, llegará más liviano al tramo final. Pero si no, los últimos partidos podrían ser de alto voltaje. El objetivo, claro, es que ese 2025 tan movido no termine con sufrimiento.