

Por: En agenda
La capacidad de internación quedó bajo la lupa esta semana y se sumó a un escenario sanitario crítico que se arrastra desde hace décadas. Un dato relevante: La Plata no cuenta con un nuevo hospital público desde hace más de 50 años, lo que evidencia una grave falta de inversión en infraestructura.
Según el último informe epidemiológico de la Provincia, más del 90% de las camas de terapia intensiva pediátrica estaban ocupadas: 90,4% en territorio bonaerense y un alarmante 99% en el AMBA. Los más vulnerables fueron los lactantes menores de un año. Desde el Ministerio de Salud señalaron que ese índice tiene un margen operativo del 20 al 30% y que es una situación previsible en esta época del año.
El sector privado tampoco escapa al colapso: alta ocupación, escasas derivaciones y preocupación por un sistema que no logra absorber la demanda. La Plata, como centro de referencia sanitaria a nivel provincial y nacional, también empieza a mostrar sus límites.
Lo preocupante es que, frente a un virus respiratorio frecuente, cuya circulación se da entre abril y agosto, con picos en junio y julio, y con campañas de vacunación anticipadas ( este año arrancó en enero ) , la capacidad de respuesta sigue siendo insuficiente.
Las deficiencias estructurales son múltiples y visibles: guardias colapsadas, servicios clínicos en litigio por demandas judiciales millonarias, sueldos depreciados, profesionales que emigran y un nivel de atención cada vez más cuestionado.
Además, se suman al cuadro el encarecimiento de medicamentos por baja cobertura de obras sociales y prepagas, y un hecho inédito en el sistema de residencias médicas: se repetirá el examen para quienes obtuvieron las calificaciones más altas.
En La Plata funcionan cerca de 15 hospitales públicos, la mayoría bajo gestión provincial. Solo los de Berisso y Ensenada son municipales. El último en construirse fue el Hospital Rodolfo Rossi, fundado en 1974. Desde entonces, apenas se sumó la Unidad de Pronta Atención de Los Hornos en 2013, producto de una fuerte demanda vecinal.
Para una población cercana a los 800.000 habitantes, la infraestructura hospitalaria queda corta. A esto se suma la atención de pacientes provenientes de la Región Sanitaria XI y de otros puntos de la Provincia. Especialistas del ámbito público y privado coinciden: la solución no pasa solo por ampliar la oferta, sino por reformar integralmente el sistema de salud.