

En una jornada cargada de tensión para el oficialismo, la Cámara de Diputados dio este miércoles media sanción a un proyecto de ley que busca reforzar y garantizar el financiamiento de las universidades nacionales.
La iniciativa, impulsada por sectores opositores y acompañada por rectores del sistema público, propone una actualización automática por inflación de los gastos de funcionamiento, la convocatoria a paritarias para docentes y no docentes, y una mejora en el sistema de becas, entre otros puntos.
El proyecto obtuvo 158 votos afirmativos, frente a 75 rechazos y 5 abstenciones, en una sesión que el oficialismo intentó sin éxito frustrar desde temprano. Aunque no se alcanzó la mayoría especial de dos tercios por apenas un voto, la abrumadora mayoría evidencia el amplio respaldo parlamentario a la propuesta.
El texto fue promovido por el bloque Democracia para Siempre, una escisión del radicalismo que articuló la iniciativa junto al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). También acompañaron con sus votos Unión por la Patria, Encuentro Federal, Coalición Cívica, el Frente de Izquierda y la mayoría de la UCR.
Entre los aspectos centrales, el proyecto contempla que las partidas destinadas a universidades, hospitales universitarios e investigación se actualicen automáticamente según la inflación, ordena al Ejecutivo a convocar paritarias en un plazo máximo de tres meses y aumenta los montos destinados a becas estudiantiles. Una propuesta similar había sido vetada por el presidente Javier Milei el año pasado, lo que marca un nuevo frente de conflicto entre el Congreso y la Casa Rosada.
El Gobierno apostó a que la sesión fracasara por falta de quórum. Durante las horas previas, La Libertad Avanza activó contactos con gobernadores y aliados para evitar que la oposición lograra el número necesario de diputados presentes. Sin embargo, a las 12.30 el tablero marcó 131 presentes, dos más que los 129 requeridos, y el oficialismo se resignó a una jornada adversa.
El quórum fue garantizado por el bloque de Unión por la Patria, los radicales disidentes, Encuentro Federal, Coalición Cívica, el FIT y algunas sorpresas: los radicales Karina Banfi, Fabio Quetglas, Martín Tetaz, Roxana Reyes, Julio Cobos, Gabriela Brouwer de Koning y Roberto Sánchez, entre otros.
También bajaron al recinto la libertaria disidente Lourdes Arrieta, el santafesino Mario Barletta y el santacruceño Sergio Acevedo, cercano al gobernador Claudio Vidal. Sin embargo, varias ausencias llamaron la atención: el jujeño Carlos Sadir habría influido en la ausencia de Manuel Aguirre, el propio Vidal jugó a dos puntas con Jorge “Loma” Ávila, y el entrerriano Rogelio Frigerio hizo ausentar a Francisco Morchio.
Tampoco estuvieron los diputados de Innovación Federal -que responde a los gobernadores de Salta, Misiones y Río Negro- ni los tucumanos de Independencia, que siguen la línea de Osvaldo Jaldo.
La media sanción representa un fuerte mensaje político al Gobierno y pone presión sobre el Senado, que deberá definir si convierte el proyecto en ley. Desde la oposición señalan que, de repetirse la votación en la Cámara alta, el presidente podría enfrentarse nuevamente al dilema de tener que vetar una ley con amplio consenso y alto respaldo social.
El financiamiento universitario fue una de las principales banderas de las masivas movilizaciones que se dieron en abril. Ahora, con el impulso legislativo, la discusión vuelve a instalarse en el centro de la escena política nacional.