Un joven de nacionalidad paraguaya fue detenido en las últimas horas con el celular y la computadora de Pedro Pablo Mieres, el secretario de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP que fue brutalmente asesinado el pasado 17 de junio en su casa de La Plata.
El operativo se realizó en una vivienda ubicada en 120 entre 603 y 604, donde la Policía secuestró un teléfono celular marca OPPO color verde con funda transparente y una notebook Lenovo celeste, ambos pertenecientes a Mieres. También encontraron otros siete teléfonos de dudosa procedencia, una pistola automática Glock calibre 10mm, un cargador para 30 cartuchos y 24 balas listas para ser disparadas.
El detenido tiene 26 años y fue imputado en principio por el delito de encubrimiento, aunque los investigadores intentan establecer si tuvo algún grado de participación directa en el homicidio o cómo llegaron los dispositivos a sus manos. La aparición del celular y la computadora, que hasta ahora no habían sido hallados, podría ser clave para reconstruir las últimas horas de vida de Mieres.
Pedro Pablo Mieres fue encontrado sin vida por un grupo de compañeros en su vivienda de 115 entre 46 y 47. Estaba completamente desnudo, atado de pies y manos, con un trapo en la boca. El cuerpo se hallaba en la cocina-comedor, con la puerta semiabierta.
El caso generó una profunda conmoción en la comunidad académica platense. Según la reconstrucción realizada a partir de cámaras de seguridad, Mieres había regresado a su domicilio cerca de las 23, luego de asistir a un cumpleaños. Poco después, salió brevemente, se cruzó con un hombre en la Estación de Trenes y volvió a su casa.
Las imágenes también muestran que ese mismo hombre se reunió con un segundo individuo, y ambos fueron vistos dirigiéndose al domicilio de la víctima. Para los investigadores, el crimen fue premeditado y cometido entre dos personas.
Hasta ahora, uno de los sospechosos fue identificado y detenido, mientras que el segundo continúa prófugo. Ambos desaparecieron de los lugares que frecuentaban tras el asesinato, lo que refuerza la hipótesis de un plan organizado.
El Ministerio Público Fiscal continúa con la búsqueda del segundo implicado y pidió la colaboración de la ciudadanía para recabar cualquier información que permita dar con su paradero.
En paralelo, la defensora pública María Sofía Rezzónico Bernard, representante del acusado detenido, apeló la prisión preventiva dictada por la Justicia. En su presentación ante la Cámara de Apelaciones, sostuvo que la resolución genera “un gravamen irreparable” para su defendido, argumentando que no hay pruebas suficientes para justificar la medida y cuestionando la evaluación de los elementos incorporados en la causa.
Ahora, con los dispositivos recuperados en poder del joven detenido esta semana, la expectativa está puesta en el análisis del contenido de esos elementos, que podría aportar pruebas determinantes para esclarecer el crimen de Pedro Pablo Mieres.