

La vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile terminó en una batalla en Avellaneda. Los enfrentamientos entre hinchas en el estadio Libertadores de América dejaron al menos diez heridos -uno de gravedad-, más de 120 detenidos y destrozos dentro de las instalaciones. La Conmebol canceló oficialmente el encuentro.
El caos estalló en el segundo tiempo, cuando simpatizantes de la U. de Chile tiraron proyectiles desde la tribuna Pavoni Alta hacia la Baja, donde estaban los hinchas locales. Varios de ellos buscaron refugio debajo de las gradas, mientras otros ingresaron al campo de juego para escapar de la violencia.
La voz del estadio pidió a los hinchas visitantes desalojar el lugar, pero los ataques continuaron. La barra de Independiente respondió con corridas, robos y agresiones contra los pocos chilenos que permanecían en el estadio. El árbitro suspendió el partido a los 48 minutos con el marcador 1-1.
La Policía no intervino en el momento crítico, lo que agravó los disturbios y dejó en evidencia fallas graves en el operativo. La Conmebol señaló en un comunicado la “falta de garantías de seguridad por parte de Independiente” y derivó el caso a su Tribunal de Disciplina.
El presidente del club, Néstor Grindetti, calificó el accionar de los hinchas chilenos como “repudiable” y denunció destrozos en los baños del estadio. Desde Chile, Michael Clark, titular de la Universidad de Chile, sostuvo que “el fútbol ahora pasa a un segundo plano”.
El presidente chileno Gabriel Boric fue aún más duro: responsabilizó tanto a la violencia de las barras como a la “irresponsabilidad en la organización” y ordenó a su embajador en Argentina asistir a los heridos.
El comunicado de CONMEBOL
La Dirección de Competiciones y Operaciones de la CONMEBOL informó que en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad, que garanticen la continuidad del partido entre Independiente (ARG) y Universidad de Chile (CHI) por la Octavos de Final de la CONMEBOL Sudamericana 2025, dicho encuentro queda cancelado.
Así mismo, agregó que, teniendo en cuenta que se ha cumplido con lo establecido en el Manual de Clubes para situaciones similares, sin que la situación se haya subsanado, se procede a la cancelación del partido y el caso será derivado a los Órganos Judiciales de la CONMEBOL para futuras determinaciones.
Toda la información de los hechos ocurridos dentro y fuera del estadio será enviada a la Comisión Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol.