Los graves incidentes ocurridos durante el partido entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana trascendieron las fronteras y fueron reflejados por los principales medios europeos. La violencia en las tribunas del estadio Libertadores de América dejó al menos 10 heridos graves, uno en estado crítico, y cerca de 300 detenidos, según distintos reportes internacionales.

El medio español Sport tituló: “Masacre en Argentina: batalla campal que obliga a cancelar el partido con heridos graves”. Su crónica detalló ataques con piedras y palos entre fanáticos de ambos equipos, caídas desde las gradas y escenas de caos que dejaron una “nueva noche negra para el fútbol”.

Marca calificó los hechos como una tragedia: “El partido entre Independiente y Universidad de Chile fue suspendido tras desatarse una batalla campal en las gradas. Los incidentes dejaron al menos diez heridos graves y cerca de 90 detenidos, en su mayoría aficionados chilenos”. El medio recordó además que el árbitro uruguayo Gustavo Tejera, encargado del partido, también estuvo presente en el bochorno entre Colo Colo y Fortaleza hace cuatro meses.

El Mundo Deportivo señaló que la violencia comenzó sobre el final de la primera etapa, cuando fanáticos visitantes arrojaron butacas y fragmentos de concreto hacia la tribuna local. Tras varios minutos sin intervención policial efectiva, hinchas de Independiente ingresaron a la sección visitante, generando una brutal gresca que incluyó saltos desesperados desde las gradas para escapar de los ataques.

En Francia, L’Équipe informó: “Muchos heridos y más de 300 detenidos: partido Independiente-Universidad de Chile interrumpido tras enfrentamientos entre hinchas”. En Inglaterra, Daily Mail destacó que la violencia se intensificó durante el segundo tiempo, con agresiones físicas a los hinchas chilenos y escenas de aficionados desnudados y golpeados.

La cobertura europea coincide en que, una vez más, el fútbol quedó en segundo plano frente a la violencia, y que el partido de revancha de la Copa Sudamericana se vio marcado por la falta de garantías de seguridad tanto del club local como de las autoridades, según informó la Conmebol.