El argentino terminó 11º en el GP de Países Bajos, pero dejó una marca inesperada: se metió entre los pilotos más rápidos de la carrera, solo detrás de Piastri, Norris y Verstappen. Un registro que sorprende en el contexto del Alpine, considerado el peor auto de la parrilla.

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Franco Colapinto volvió a rozar los puntos en la Fórmula 1 con su 11º puesto en Zandvoort. Más allá de la bronca por haberse quedado a las puertas del top 10, el piloto argentino protagonizó un hecho que pasó desapercibido: registró la cuarta vuelta más rápida del Gran Premio, un dato que lo coloca a la altura de los mejores de la categoría.

En la última vuelta de la carrera, Colapinto marcó 1:13.049, tiempo que lo ubicó solo detrás de Oscar Piastri (1:12.271), Lando Norris (1:12.379) y Max Verstappen (1:12.921). Lo más llamativo: el argentino fue más veloz que George Russell, Fernando Alonso y Carlos Sainz, todos al mando de autos mucho más competitivos.

El rendimiento se explica en parte porque Alpine decidió poner neumáticos blandos nuevos en el último coche de seguridad, cuando el auto ya estaba más descargado de combustible. Aun así, el mérito es enorme: Colapinto consiguió brillar en ritmo puro con el auto que es el más débil de la categoría en 2025.

Zandvoort dejó un sabor agridulce para el piloto de Pilar. No sumó puntos por un error del equipo, pero el “récord oculto” de su vuelta rápida sigue demostrando su talento en la máxima. En Monza, buscará revancha y el ansiado primer punto con Alpine.