

Por: Redacción enAgenda
La Conmebol confirmó este viernes la sanción para Independiente y lo dejó afuera de la Copa Sudamericana, tras los graves incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini en el partido de vuelta ante la Universidad de Chile. El club de Avellaneda respondió con un durísimo comunicado oficial en el que apuntó directamente contra Alejandro Domínguez y anunció que rompe relaciones con la entidad.
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El fallo de la Confederación Sudamericana determinó que la U de Chile avance a los cuartos de final, ya que el encuentro había sido suspendido al inicio del segundo tiempo y hasta ese momento el equipo trasandino era quien se encontraba clasificando. Además, ambos clubes deberán jugar los próximos siete partidos internacionales sin público en sus estadios. En cuanto a las sanciones económicas, Independiente deberá abonar 250 mil dólares de multa y la U de Chile 150 mil.
Independiente no tardó en reaccionar y publicó un comunicado en el que acusa a la Conmebol de tomar “una decisión política basada en intereses económicos”. Allí, el club sostiene que la resolución “no es un error jurídico de un tribunal, sino una decisión política que desnuda la preferencia por las estructuras privadas con las que es más sencillo proyectar convenios, negocios y beneficios futuros”.
El texto también advierte que el fallo “sienta un precedente nefasto” porque convierte a la violencia “en un atajo para evitar competir deportivamente hasta el final”, algo que, según el club, implica que “los violentos de siempre pueden salirse con la suya”.
En uno de los pasajes más fuertes, Independiente le exige a Alejandro Domínguez “que se elimine toda referencia a nuestra institución en el marco del Museo de la Conmebol” y que se restituyan todos los objetos que el club había entregado. “No admitimos que se exhiban en un ámbito que contradice los valores que los hicieron posibles”, sostiene.
La conclusión del comunicado no deja lugar a dudas: “El fallo emitido es una afrenta al espíritu del deporte, una violación a su propio reglamento y un insulto a millones de hinchas que construyeron la grandeza de este continente con sacrificio y pasión. Están matando al fútbol”.
Independiente confirmó además que apelará la decisión, mientras en Avellaneda crece la indignación por lo que consideran una sanción injusta y política.