

Por: Giuliano Vagliati
Cada primer lunes de octubre, por decisión de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) y de las Naciones Unidas, se celebra en todo el mundo el Día de la Arquitectura y del Hábitat.
Ahora bien, ¿qué recordamos realmente? ¿Por qué es importante esta fecha para la sociedad?
En 1985, la ONU estableció el Día Mundial del Hábitat para reflexionar sobre un derecho humano esencial: el derecho de cada persona a una vivienda digna y eficiente. No se trata solo de tener un techo, sino de contar con un hábitat justo, seguro y saludable, desde la gran ciudad hasta el barrio más humilde.
Porque construir hábitat es construir ciudadanía.
En 2005, la UIA declaró también el Día Mundial de la Arquitectura, destacando que el rol de arquitectos y arquitectas no es solo artístico o técnico, sino profundamente social y político.
La arquitectura es una herramienta para mejorar la calidad de vida del pueblo y debe estar al servicio de la justicia social, el ambiente y el desarrollo humano integral.
La decisión de unir ambas fechas no fue casual: no se puede pensar el hábitat sin arquitectura, ni la arquitectura sin la vida del pueblo que la habita.
Planificación urbana, sociología, políticas de Estado y compromiso profesional deben articularse en un proyecto común, porque el hábitat es un derecho colectivo, no una mercancía.
Desde el Día del Hábitat, se plantea qué problemas debemos enfrentar: la crisis de acceso a la vivienda, los asentamientos informales, la urbanización desigual, la falta de inclusión y la urgencia ambiental.
Desde el Día de la Arquitectura, se propone cómo abordarlos: con planificación racional y resiliente, diseño sostenible, preservación del patrimonio cultural y construcción de espacios multifuncionales que respondan a las necesidades sociales, económicas y culturales del pueblo
Esta fecha no es una celebración vacía, sino un llamado a la acción y a la reflexión.
Nos recuerda que el diseño de nuestras ciudades no es un lujo para pocos, sino una herramienta para garantizar derechos, reducir desigualdades y mejorar la vida de todos y todas.
Como decía Juan Domingo Perón: “Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar”. Y en materia de hábitat, realizar significa garantizar viviendas, entornos saludables y ciudades pensadas para la comunidad antes que para el negocio.
El Día Mundial de la Arquitectura y del Hábitat es, entonces, una reafirmación de que el futuro se construye con justicia social, planificación colectiva y amor por el pueblo.
Como lema específico para la Argentina, podemos hablar de:
“La arquitectura como transformador social: construyendo justicia, dignidad y comunidad”