Por: Redacción enAgenda
Durante la cumbre del Mercosur, el presidente Javier Milei pronunció un discurso crítico sobre el rumbo del bloque regional y reclamó una mayor flexibilización comercial. Frente a los mandatarios y delegaciones presentes, el jefe de Estado argentino cuestionó la estructura actual del organismo y pidió una definición política sobre su futuro.

En ese marco, Milei sostuvo que el Mercosur se alejó de los objetivos con los que fue creado y afirmó que, lejos de impulsar el desarrollo, terminó convirtiéndose en una traba para el crecimiento económico de los países miembros. “¿Queremos un Mercosur que sea un motor de crecimiento o un freno para el futuro?”, planteó, al reclamar cambios en materia arancelaria, apertura al comercio internacional y reducción de la burocracia interna.
El Presidente también dedicó un tramo central de su exposición a la situación en Venezuela, donde pidió una condena explícita al gobierno de Nicolás Maduro, al que calificó como una dictadura. Además, respaldó la presión internacional para restablecer la democracia en ese país y reclamó la liberación de los presos políticos, entre ellos el ciudadano argentino Nahuel Gallo.
En ese marco, Milei cuestionó los aranceles externos del bloque, que calificó como “de los más altos del mundo”. “Un arancel así no protege el empleo, lo destruye”, afirmó, al tiempo que subrayó que el comercio intrazona se encuentra muy por debajo de sus niveles históricos.
Reclamo de reformas y apertura
El Presidente pidió una reforma institucional profunda. “Hoy más que nunca, el bloque necesita una reforma integral que reduzca el costo económico del Mercosur”, sostuvo. “La integración debe estar al servicio del comercio, no de la burocracia”, insistió.
Al referirse al potencial regional, destacó los recursos estratégicos de los países miembros, como energía, minerales críticos y alimentos, y llamó a eliminar obstáculos internos para permitir su desarrollo. En ese sentido, mencionó la necesidad de coordinar políticas energéticas, articular cadenas de valor y reducir barreras comerciales reales.
Milei defendió la flexibilización como eje del crecimiento. “La flexibilidad es un activo, no una amenaza. La rigidez solo puede traer estancamiento”, señaló, y advirtió que congelar los mecanismos de apertura “condenaría al bloque al anacronismo”.
Venezuela, seguridad y política exterior
Uno de los tramos centrales del discurso estuvo dedicado a Venezuela. Milei denunció que el país “continúa padeciendo una crisis política, humanitaria y social devastadora” y calificó al gobierno de Maduro como “una dictadura atroz e inhumana”. En ese contexto, expresó el respaldo de la Argentina a la presión internacional liderada por los Estados Unidos y Donald Trump para “liberar al pueblo venezolano”.
Además, instó al Mercosur a condenar “tajantemente este experimento autoritario”, exigió la liberación de los presos políticos y reclamó por la situación del argentino Nahuel Gallo, detenido en Venezuela. También destacó el reconocimiento internacional a María Corina Machado, a quien mencionó como Premio Nobel de la Paz 2025.
En materia de seguridad, el Presidente alertó sobre el avance del narcotráfico y el crimen organizado transnacional y recordó que la Argentina impulsó la creación de la Comisión Mercosur contra el Crimen Organizado Transnacional.
Malvinas y escenario regional
Antes del cierre, Milei reiteró el reclamo argentino por la soberanía en el Atlántico Sur y pidió el respaldo del bloque a los derechos del país sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Finalmente, vinculó el escenario regional con los recientes resultados electorales en la región y afirmó que “la victoria de **José Antonio Kast en Chile expresa una demanda social por economías más competitivas, abiertas y flexibles”. En ese marco, sostuvo que el Mercosur enfrenta una definición clave: adaptarse a esa nueva realidad o quedar atrapado en una inercia que, según dijo, “el mundo ya dejó atrás”.
La cumbre del Mercosur
Milei participó de la cumbre de mandatarios del Mercosur realizada en Foz de Iguazú, donde asistió a la tradicional foto de familia con vista a las Cataratas. Sin reuniones bilaterales en agenda y con un saludo frío con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el jefe de Estado argentino centró su participación en reclamar una mayor apertura comercial.
La jornada estuvo marcada por la falta de avances concretos en el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, cuya firma volvió a postergarse por la resistencia de sectores agrícolas en Francia e Italia. En ese contexto, los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay intentaron consensuar una postura común frente a un proceso de negociación que ya lleva más de 25 años sin resolución.