

Las niñas Anna (1) y Olivia (6), fueron asesinadas presuntamente por su papá ya que la sangre hallada en la lancha no es de las menores sino del progenitor Tomás Gimeno de 37 años, después de que las envolviera en toallas y las introdujera en bolsas de basura finalmente arrojándolas al mar sujetas a una cadena y un ancla. Olivia falleció de muerte violenta, de tipo homicida, como consecuencia de un edema agudo de pulmón.
El buque del Instituto Español de Oceanografía Ángeles Alvariño, buscará hasta el jueves que viene los cuerpos de Anna la menor de las dos y su padre. Luego de esa fecha la embarcación reanudará sus tareas de investigación científica emigrando a otros puntos de España.
La jueza que investiga la causa hace más de 40 días por desaparición y asesinato de Anna y Olivia en manos de su padre, Tomás Gimeno, en Tenerife, España, sostiene que el hombre quiso hacer sufrir lo máximo posible a la mamá de las nenas, Beatriz Zimmermann.
Tomás Giemno y Beatriz Zimmermann
Beatriz Zimmermann y Tomás Gimeno mantuvieron una relación de la cual nació Anna y Olivia. Pero, hace un año que ya no estaban juntos conviviendo, lo que implicó la mudanza de ambos, residiendo desde entonces Tomás en Igueste de Candelaria y Beatriz junto a sus hijas en Radazul.
Desde ese momento, Tomás mantuvo de forma constante hacia Beatriz un trato denigrante, de comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes, en particular enfocados a menospreciarla por haber rehecho su vida con una nueva pareja, manifestando además, de forma reiterada, que no toleraba que compartiera momentos con sus hijas.
El ex jefe del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, Juan Ortega Machín, explicó que el cuerpo humano es difícil de detectar para el sónar si no hay nada sólido junto a él dado que el 70% es agua. "El ultrasonido lo traspasa. Es como si fuera un fantasma, no lo identifica. Tiene que haber junto a él algo sólido que rompa el entorno y genere un eco en distintas densidades", dijo.
Hasta la fecha no se encontró el cuerpo de Anna, la menor ni el de Gimeno, que fue acusado formalmente por los dos homicidios de sus hijas y por violencia de género.
Se cree que él mismo se puso pesas de ocho kilos para quitarse la vida junto a sus hijas, previamente el 27 de abril le dijo a su ex mujer que "ya estaba fuera de la isla con las niñas" y que "ya no iba a verlas más", dando a entender que los tres habían partido de España en barco hacia una nueva vida.
"Tomás quería que sufriera buscándolas sin descanso y de por vida. Esa fue la razón por la que dejarme a mí con vida", expresó Beatriz Zimmermann en una carta pública despúes del levantamiento del secreto de sumario tras la aparición del cuerpo de Olivia, una de sus hijas.