Por: Ramiro Florio
La Navidad es una de las celebraciones más extendidas del planeta, tanto por su significado religioso como por su carácter social y familiar. En gran parte del mundo, el 25 de diciembre se asocia a reuniones, regalos y celebraciones que trascienden credos. Sin embargo, no todos los países permiten o reconocen esta festividad.
Existen al menos cinco naciones donde la Navidad no se celebra públicamente, ya sea por prohibiciones legales, restricciones religiosas o decisiones políticas del Estado. En estos lugares, los festejos pueden estar severamente limitados o directamente prohibidos, con multas e incluso penas de prisión.
Corea del Norte es uno de los casos más extremos. Desde 2016, el régimen de Kim Jong-un prohíbe cualquier tipo de reunión o celebración el 25 de diciembre, incluyendo música, cantos, consumo de alcohol o encuentros sociales. Aunque la Navidad no fue prohibida de manera explícita, todas las prácticas asociadas quedaron vetadas, lo que en la práctica impide su celebración.
En reemplazo, el Estado promueve la conmemoración del nacimiento de Kim Jong-suk, abuela del actual líder y figura exaltada por el régimen como la “Sagrada Madre de la Revolución”.
En Tayikistán, país de Asia Central con mayoría musulmana, la Navidad dejó de figurar en el calendario oficial tras la independencia de la Unión Soviética. Desde 2015, el gobierno impuso fuertes restricciones a cualquier celebración navideña en espacios públicos, incluyendo la prohibición de árboles, disfraces de Papá Noel, fuegos artificiales y regalos en escuelas.
Las autoridades consideran la Navidad una tradición extranjera incompatible con los valores nacionales, y su incumplimiento puede derivar en multas y sanciones.
Brunéi, un pequeño Estado del Sudeste Asiático, aplica desde 2014 la ley islámica (sharía). Bajo este marco legal, la celebración de la Navidad está prohibida en espacios públicos.
Solo se permite festejarla en ámbitos privados y con extrema discreción. La exhibición de decoraciones, reuniones visibles o símbolos navideños está vetada, incluso para extranjeros. Las sanciones por incumplir la norma incluyen multas elevadas y penas de prisión.
Somalía, país del Cuerno de África con mayoría musulmana, prohibió en 2015 las celebraciones públicas de la Navidad. El gobierno sostiene que las festividades religiosas no islámicas no forman parte de la identidad cultural del país.
Los extranjeros pueden conmemorar la fecha únicamente en espacios privados, sin música ni decoraciones visibles. Las sanciones varían según la infracción.
China presenta un caso particular. No existe una prohibición nacional absoluta, pero en varias regiones las autoridades locales restringen la celebración navideña en espacios públicos. El argumento oficial es evitar la influencia de festividades extranjeras sobre las tradiciones culturales chinas.
En algunas ciudades se han prohibido decoraciones, eventos comerciales y actividades vinculadas a la Navidad, especialmente en instituciones educativas y edificios estatales.