Por: Redacción EnAgenda

Luego de dos años de congelamiento salarial, el presidente Javier Milei se dispone a firmar un decreto que habilitará un aumento de sueldos para los funcionarios públicos de mayor jerarquía. La medida, que se oficializaría el viernes 2 de enero en el Boletín Oficial, alcanzará a cargos que van desde el propio mandatario hasta subsecretarios y marca el primer incremento salarial del Ejecutivo desde el inicio de la gestión.

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La decisión llega en un contexto de fuerte ajuste económico, con salarios reales en caída, recortes en áreas sensibles del Estado y un Salario Mínimo, Vital y Móvil que en diciembre fue fijado en apenas $334.800 para jornada completa. Según fuentes oficiales, la recomposición salarial para los funcionarios quedará “un 30% por debajo de la inflación”, aunque reconoce una pérdida acumulada del 60% desde diciembre de 2023.

Actualmente, Milei percibe un salario bruto de $4.066.018, mientras que la vicepresidenta cobra $3.764.820 y los ministros $3.584.006. Secretarios y subsecretarios reciben entre $3,2 y $2,9 millones. Las cifras contrastan con el sueldo promedio del país, que en octubre se ubicó en $1.483.740, y con la situación de amplios sectores golpeados por la recesión.

Desde el Gobierno justifican la medida como una equiparación con las paritarias del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP), negociadas con UPCN, que acumulan un incremento del 9,68% desde junio. Sin embargo, puertas adentro del Gabinete reconocen que el reclamo por una mejora salarial venía creciendo desde hace meses ante la dificultad de retener cuadros técnicos frente a mejores condiciones en el sector privado.

El propio Milei había bloqueado en marzo de 2024 un intento similar impulsado por el entonces jefe de Gabinete, Nicolás Posse, bajo el argumento de que “los políticos debían dar el ejemplo” en un contexto de crisis. Hoy, ese discurso parece haber quedado relegado frente a las tensiones internas y el desgaste de la gestión.

La actualización también reaviva el contraste con el Poder Legislativo, donde los senadores perciben más de $10 millones brutos mensuales, pese a que varios representantes de La Libertad Avanza se vieron forzados a renunciar a esas subas ante el costo político.