Por: Redaccion enAgenda

La ciudad de La Plata atraviesa días marcados por temperaturas extremas, con sensaciones térmicas elevadas que volvieron prácticamente insoportable la vida cotidiana. El fuerte calor no solo afecta la salud y el descanso de los vecinos, sino que además expone viejos problemas estructurales: cortes de luz prolongados y falta de agua en distintos puntos del partido, una combinación que agrava el malestar general.

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Según se reportó en las últimas horas, el aumento sostenido del consumo eléctrico producto del uso intensivo de ventiladores y aires acondicionados derivó en interrupciones del servicio de energía en varios barrios. Uno de los sectores más afectados fue Tolosa, aunque también se registraron cortes en zonas del norte platense, donde numerosos usuarios permanecieron sin suministro durante varias horas en plena jornada de calor extremo.

La situación se vuelve aún más crítica cuando a la falta de luz se suma la escasez de agua, un problema que vecinos de diferentes barrios vienen denunciando de manera reiterada. Con temperaturas que superan ampliamente los valores normales para esta época del año, la ausencia de agua potable complica tareas básicas como la higiene, la hidratación y el cuidado de personas mayores y niños.

En este contexto, el malestar crece y se replica en redes sociales, donde frentistas reclaman respuestas urgentes ante una problemática que se repite cada verano. La combinación de altas temperaturas, infraestructura exigida al límite y servicios interrumpidos genera un escenario difícil de sostener, especialmente durante las horas más críticas del día.

Desde los organismos oficiales y las empresas prestatarias indicaron que los cortes se vinculan con picos de demanda, mientras continúan las tareas para normalizar el servicio. Sin embargo, para muchos vecinos la explicación resulta insuficiente frente a un problema que parece estructural y que vuelve a instalarse cada vez que el termómetro se dispara.

Con el pronóstico anticipando la continuidad del calor intenso, la preocupación en La Plata sigue en aumento. La ola de calor no solo pone a prueba la resistencia de los servicios públicos, sino también la paciencia de una ciudad que, año tras año, enfrenta los mismos inconvenientes cuando llegan las temperaturas extremas.