El Gobierno chino declaró que el número de osos panda salvajes ha llegado a los 1.800 ejemplares en el país asiático y que deja de ser una especie "en peligro" para convertirse en "vulnerable".

 Cui Shuhong, director del Departamento de Protección Ecológica del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente, explicó en una rueda de prensa que "se han mejorado las condiciones de vida de algunas especies raras" como los osos panda, los antílopes tibetanos o los ciervos del padre David, una especie nativa de China.

El hábitat natural de los osos se limita actualmente a seis zonas montañosas repartidas en las provincias chinas de Sichuan, Shaanxi y Gansu. Frente a esto, además, es super complejo el proceso de reproducción. El panda se reproduce con dificultad en cautiverio. Las hembras solo ovulan una vez al año, y el espacio de tiempo en que pueden ser inseminadas por un macho es muy corto, entre 36 y 40 horas. Si la fecundación no ocurre en ese periodo, habrá que esperar a la primavera siguiente para intentarlo de nuevo. Por último, el embarazo de una osa panda no siempre dura lo mismo, puede variar entre los tres y los seis meses, ya que tienden a dar a luz cuando las condiciones ambientales son las mejores para que sobrevivan. Un los últimos años, China ha hecho un esfuerzo considerable para recuperar los números de este animal, y desde 2013 ha tenido éxito en una veintena de ocasiones.

Cabe destacar que el estatus o nivel de "vulnerable" es el quinto en la escala de especies en peligro de extinción, las primeras cuatro se consideran como: "extinto", "extinto en estado salvaje", "en peligro crítico" y "en peligro", en orden descendente. 

En China, los osos panda son reconocidos como animales protegidos de primera categoría, donde también se encuentran especies, tal es el caso de los pangolines desde el año pasado, una extraña especie con la que se trafica para consumirse como alimento.