Por: Magdalena Ferreira

Villano Antillano es el nombre que lleva una cantante oriunda de Puerto Rico, se dedica al trap: dentro de ese género encontró su espacio de expresión y lugar desde donde defender los derechos de muchas personas del colectivo LGTBIQ+. 

Antillano, cuyos pronombres son ella/elle al ser una persona trans no binaria, siempre ha luchado por poner en valor su identidad y mostrarse tal cual és: desde muy chica le ha costado encontrar su identidad, incluso en una entrevista con Repetón comentó:  "Yo nunca dije que me consideraba gay, para mi gay es como blanco norteamericano con acceso a unos recursos que en realidad en Puerto Rico, Latinoamérica y El Caribe no existe, así que maricón para mi viene con un sentido de comunidad, cuando yo uso la palabra maricón... pienso en lucha, en comunidad, en mis amigas”

Si bien para gran parte del público argentino Villano era una incógnita, ella lleva un gran recorrido en el mundo de la música urbana: consiguió remover los cimientos del trap, despertar conciencias y demostrar que este género musical puede ser un espacio de liberación en lugar de un género asociado al machismo y la homofobia.

A sus 25 años, la cantante utiliza el trap y el rap como vías de empoderamiento: al mismo tiempo en el que rompe muchos prejuicios, Villano está reafirmándose en su proceso de ser quien realmente se siente y sin miedo de mostrar su orgullo como persona de la comunidad LGTBIQ+. En sus canciones no faltan los insultos que ella y su comunidad reciben constantemente, pero encontró la manera de apropiarselos y transformarlos en armas: con su voz, convierte los insultos en todo lo contrario a lo que piensan las personas homófobas que los lanzan.

Además, desde su música representa las vivencias y emociones de las personas LGTBIQ+ y expone en sus críticas a una sociedad que no los protege.

Su single más escuchado es “Pájara” lanzado en diciembre del 2021: allí toma las críticas que constantemente suelen recibir dentro de su comunidad y las convierte en nuevos términos fuertes que hacen sentir orgulloso a quien las recibe. Una de las frases en la que hace énfasis Villano y la repite mucho es “soy una fucking loca”: desplazó al término “loca” como algo negativo para darle un nuevo significado que sea símbolo de empoderamiento.

Siendo pionera del movimiento queer dentro del género urbano, las canciones de Villano son líricas reveladoras que van más allá del trap, cuentan una historia, cuentan la belleza y el horror de crecer como una persona Queer en el Caribe.

Ahora, en el mes del orgullo, la cantante tendrá su Bizarrap Session, se trata de la Session número #51 del productor, aunque varios fans destacaron que dejó de lado la #42 y #50 ¿Qué sorpresas nos traerá el Biza?

 

 

 

 

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