

Por: Lic. Gastón Romero desde Suecia
El bloque de las izquierdas, con la actual Primera Ministra a la cabeza, obtuvo este domingo la mayoría de los votos a su favor (más del 30%). Sin embargo, y a un día del cierre definitivo de los comicios, el crecimiento del sector de derecha y ultraderecha, complican la proyección y armado de un Gobierno definitivo.
La victoria del partido “Socialdemokraterna”, liderado por la actual Primera Ministra, Magdalena Andersson, ha quedado opacado frente a las primeras proyecciones que indican a los partidos más conservadores, como ganadores de la mayoría parlamentaria. Con el 95% del escrutinio realizado, y con una diferencia ínfima entre las distintas fuerzas, se espera este miércoles un final voto a voto.
Dentro de este marco de incertidumbre, se destaca el crecimiento exponencial de la ultra derecha. Ya que el partido “Sverigedemokraterna” (Demócratas suecos), se convirtió en la segunda fuerza mayoritaria en todo el país, obteniendo más del 20% del total de los votos.
Este partido, liderado por Jimmie Åkesson, fue fundado en 1988 por el NAZI miembro de la “SS”, Gustaf Ekström, y se caracteriza principalmente por sus discursos xenófobos y racistas en contra de los inmigrantes no europeos, y personas de religión islámica.
Además, dicha agrupación logró acrecentar su apoyo en el número de votantes menores de 21 años en un 10% respecto a la última elección. Un reflejo de la avanzada ultra conservadora en Europa y en varias partes del mundo que, parece, ya no responde solo a una cuestión generacional.
En definitiva, resta esperar para conocer qué sucederá con los números sobre la mesa, y cómo actuarán los distintos bloques (principalmente los Moderados y Liberales) para consagrar, o no, a alguien nuevo en el poder.