

Por: José Sartori
En lo que fue la última jornada de fase de grupos del Mundial, jugaron Portugal (ya clasificado a Octavos de Final) y Corea del Sur, que luchaba por el segundo boleto con Uruguay y Ghana que jugaban en simultáneo.
Los asiáticos tenían que ganar y esperar que los charrúas no metan más de 2 goles. Lo dieron vuelta a los 92' poniéndose 2 a 1, en el descuento, y por su parte Uruguay ganó 2-0.
Antes de que nada se establezca, en 5 minutos del partido ya ganaban los lusos con un pelotazo al vacío para la escalada profunda de Dalot, quien caló hondo en la defensa oriental y metió el pase atrás para que Ricardo Horta anote.
El empate llegaría sobre la media hora de juego por un córner a favor el elenco de Paulo Bento, el envío se desvió y el rebote le quedó servido a Kim Young-Gwon para establecer el empate transitorio.
El segundo tiempo Corea del Sur fue con todo en búsqueda de la clasificación, dónde buscó y buscó pero no le encontraba la vuelta a la defensa que plantó Portugal.
Los minutos pasaban y ya se sabía que Uruguay estaba ganando por dos goles.
Hasta que en el segundo minuto de adición apareció el capitán y emblema de su selección, Heung Min Son, un 7 con mucho talento. En una contra en la que estaba sólo contra toda la defensa lusa, avanzó, aguantó la marca de 3 hombres y lo habilitó mano a mano a Hwang Hee-Chan, quien venció la humanidad de Diogo Costa y desató la locura de todo Corea del Sur.
El partido terminó y con este resultado logró colarse a Octavos de final luego de haber empatado con Uruguay y caído con Ghana 2-3.
Pero como si no hubiera sido poco el dramático final de este partido, a Uruguay - Ghana simultáneo, le faltaban 6 minutos para que los charrúas busquen un gol que los clasifique a ellos. La espera fue eterna, tuvo chances que no aprovechó, y el árbitro marcó el final del juego, y la hazaña Sur-coreana se volvió realidad. Por la ventana, pero terminaron ingresando a la próxima Fase de la Copa del Mundo.