Por: Lic. Marcel Aguilera

La Universidad Nacional es en materia de educación estatal lo más destacado que tiene nuestro país, siendo reivindicada tanto a nivel latinoamericano como mundial.

Con un fuerte componente de clase media, y esquemas autónomos y organizados que lo constituyen en un actor de peso propio, el gobierno fue generando conflicto con este sector por diferentes motivos. Primero con la no actualización presupuestaria (las universidades nacionales cuentan con el mismo presupuesto del 2023), las acusaciones del propio presidente por las "cajas oscuras" o por "adoctrinamiento" fueron levantando el clima de tensión y de abroquelamiento de la educación superior.

Esta marcha federal en defensa de la educación pública convocó a todo el sistema universitario. Desde los Rectores, los sindicatos vinculados a la Universidad, y el movimiento estudiantil en toda su amplitud ideológica. Incluso habrá escenarios llamativos en la movilización como el de la columna de la FUA, Federación que conduce la Franja Morada, que articulará con todos los espacios con los que incluso tiene disputas en cada Facultad.

A su vez se sumará a la marcha la CGT acompañando al frente sindical universitario, una postal de unión obrera-estudiantil que no se ve en masividad desde el Cordobazo en 1969.

La columna sería encabezada por una bandera de arrastre en la que participarían todos los rectores, incluso los que estuvieron presentes en el encuentro que organizó Patricia Bullrich el año pasado. Continuaría con la bandera de la Federación Universitaria Argentina-FUA en representación del Claustro estudiantil y continuaría con una bandera del Frente Sindical Universitario que está compuesto por la FATUN, CONADU, CONADU Histórica y FEEDUM.

Y finalmente cerraría la columna la CGT, que entre los gremios de los que más convocatoria se esperan, son los de la Bancaria y Camioneros. Este último incluso se ofreció para organizar la seguridad de la marcha, situación que fue descartada ya que de la seguridad de la marcha se encargará APUBA, gremio Nodocente de la UBA.

Aquí se puede ver la preponderancia de UBA en general y de Emiliano Yacobitti, jefe político de dicha casa de estudios que hoy mantiene una guerra abierta con el oficialismo. Tal es así, que su candidato, Martín Lousteau ha sido blanco sistemático en los últimos días por el oficialismo.

Según pudo saber enAgenda, existe temor por la posibilidad de infiltrados en la marcha. Esta situación no es descartada por los organizadores ya que como ha sido revelado en distintos medios, hay una preocupación latente de Javier Milei por el alcance que pueda tener la marcha como puntapié inicial en la tensión con un Gobierno que hasta ahora, parece no haberle entrado ninguna bala.

Si bien el Gobierno contraataca con la auditoría a las universidades -al menos en la palabra pública- puertas adentro no subestiman la marcha y esperan que baje la temperatura del conflicto. Ya que como es sabido, los presupuestos universitarios ya fueron auditados por la Auditoría General de la Nación que depende del Congreso, y para que otro organismo lo vuelva hacer es necesario modificar la ley. Además entre el 85% y el 95% del presupuesto dependiendo cada Universidad son salarios, siendo que esos datos son públicos y el Gobierno tiene acceso por sistema.

La marcha convocada al Congreso de la Nación culminaría en casa Rosada, con un escenario montado sobre Avenida de Mayo que, según pudo saber este medio se están ultimando detalles en estos momentos de cómo será el cierre.

Hay dos hipótesis: en principio una sería la lectura de un comunicado conjunto por parte de un representante de la FUA, otro de la FATUN y otro del gremio docente. Sobre esto último habría inconvenientes ya que entre las Centrales Gremiales Docentes actualmente no hay síntesis, por lo que la segunda hipótesis tiene que ver con que haya una lectura por un representante de la FUA, y gremios en general que se definirían en estas horas. A esta hora, todo indica que ninguno de los rectores tomaría la palabra en el cierre.