Por: Lic. Marcel Aguilera

Es la primera vez que el Gobierno no marca ni impone la agenda. El lunes por la noche el presidente realizó el anuncio del superávit fiscal que repercutió sin pena ni gloria tras la que terminó siendo la movilización más grande de los últimos años en la Argentina.

Con cifras que van desde los 150 mil a 800 mil, la multitudinaria marcha dejó sin efecto el protocolo anti piquete de Bulrrich. Con la Ciudad de Buenos Aires paralizada, y el interior con movilizaciones masivas también en distintos puntos del país como Córdoba, Mendoza, Rosario y hasta Comodoro Rivadavia, la mirada estuvo puesta en el reclamo por el presupesto de las universidades nacionales.

Para remontarse a un hecho político de estas características hay que pensar en la movilización en contra del “2x1” en el año 2017, que planteaba la posibilidad de recortar las penas de los militares con causas por delitos de lesa humanidad  de la última dictadura. La respuesta inmediata del Gobierno a una convocatoria genuina, diversa y heterogénea en defensa de la universidad pública fue un meme de un león tomando en una taza con la frase "lágrimas de zurdo" y un comunicado por redes sociales criticando la participación de dirigentes políticos en la marcha.

 

La foto que posteó Milei en su cuenta de Instagram luego de la masiva marcha.

 

Si bien esto último es habitual en Milei cuando hay algún ruido opositor, esta vez se paró de la vereda de enfrente a una multitud que eligió salir a la calle por considerar que está en riesgo algo que es parte de los mayores logros como país.

También es real que en ciertos sectores de la sociedad no cayó bien el intento de partidización de la marcha, no sólo por la participación de funcionarios sino por los insultos a Milei y consignas partidarias con tono electoral. Sin embargo no fue lo que primó y a un día del anuncio en cadena nacional del presidente, la cobertura de los medios fue en la línea de la oradora central del acto, Pilar Fernandez -Presidenta de la Federación Universitaria Argentina- que leyó un documento construido y acordado con todo el sistema universitario.

 

 "La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos la sociedad Argentina a defenderla. Viva la Universidad Pública" 

 

Fue tan contundente la movilización de ayer que muestra un foco de resistencia a la administración de Milei, ya que quedó demostrado ante la transversalidad de los sectores que participaron que no es algo para subestimar. De mínima revivió actores de las política intrascendentes hasta el momento, y sin lugar a dudas dió un eje a la oposición de por dónde entrarle, algo que no venía sucediendo. De no haber una respuesta rápida con una reacción contundente, puede constituir el primer hecho que además de la agenda le quite política y, por ende, votos.

A estas horas, además del vocero presidencial Manuel Adorni esta mañana y Milei en redes sociales no se han detectado reacciones por parte del Gobierno. Algo que puede pagar caro ya que de continuar el conflicto quedó demostrado que el sistema universitario cuenta con la legitimidad de la mayoría de la sociedad además de la capacidad de organización.

Milei con su equipo económico tras la cadena nacional del lunes.

Este miércoles además no hubo quórum para tratar la emergencia presupuestaria para las universidades, con ausencia incluso, de actores que ayer participaron. Aun así el Gobierno mostró incapacidad para prevenir el conflicto y ahora tiene la oportunidad (y la urgencia) de resolver algo que en los papeles era evitable.

Pocos hechos podrían remontar el traspié, desde lo simbólico podría ser convocar a los rectores al Pacto de Mayo -la gran apuesta de esta primera etapa de gestión- y en hechos concretos actualizar el presupuesto.

Hasta ahora nada de eso parecería suceder y el presidente deberá decidir si resuelve este conflicto de manera inmediata o lo profundiza ante un sector que hoy le marcó la agenda.