Por: Diego Soria

Stephen King tuvo varias adaptaciones, sus historias atraparon a grandes productoras y sobre
todo, grandes directores como Brian De Palma, Stanley Kubrick y Frank Darabont, entre otros.
Pero hay un film que fue el más conflictivo para el autor, y con el cual no estuvo para nada de
acuerdo, ya que las ideas de King, no se ajustaban a la idea del director, y al rodaje que éste
pretendía. Dicha película es considerada una obra maestra, y este es su aniversario número 40
desde su estreno, y es El Resplandor, dirigida por Stanley Kubrick. El largometraje nos cuenta la
historia de Jack Torrence, que se convierte en cuidador de invierno en el Hotel Overlook, en
Colorado, con la esperanza de vencer su bloqueo con la escritura. Se instala allí junto con su
esposa, Wendy, y su hijo, Danny, que está plagado de premoniciones psíquicas. Mientras la
escritura de Jack no fluye y las visiones de Danny se vuelven más preocupantes, Jack descubre
oscuros secretos del hotel y comienza poco a poco a perder la cabeza.
Kubrick para ese entonces (1980), ya era un director superlativo con un pensamiento muy
exigente tanto en la composición de sus planos, como en sus actores. Con 2001: Una odisea en
el espacio, y La Naranja Mecánica, además de revolucionar el séptimo arte, dejó en claro su
sello de dirección, la simetría de sus planos, el encuadre y la composición ya son marca
registrada por así decirlo. En este film lo deja más que en claro, la dirección es tan buena, que
todos los demás departamentos cinematográficos quedan opacados por ella, aunque estos
sean tremendos. La banda sonora se hace presente desde el minuto 0, dándonos toda la
tensión que ya estamos viviendo, y la que estamos por experimentar como espectador, pero
siempre de la mano de la dirección.
Otra rama muy destacable en esta película, son los colores que se usan. La estructura del hotel
está conformada por dos colores primarios; el rojo y el verde, para Stanley son los 2 colores
esenciales de la película, rojo es el color que vemos en la sangre corriendo del ascensor, en las
columnas y salas donde se da toda la violencia, en la chaqueta de Jack cuando ya se encuentra
completamente loco, en las alfombras que recorre Dany con su triciclo, y hasta en el baño. Es
el color de la sangre, violencia, y por lo tanto, va a acompañar las escenas más críticas de la
película. Por otra parte, el color verde es el predominante en la peli, los mosaicos de los
pasillos, el laberinto, las salas de almacenaje, y lo mas importante la habitación 237.
Generalmente este color presenta valores positivos, y en tonos muy viciados toxicidad, pero
creo que en este film representa aquellos elementos que parecen hermosos y equilibrados
pero que en realidad no lo son, es un color que se encierra, y que hace un contraste tremendo
contra el rojo.
Estos son solo ejemplos sobre la importancia que le daba Kubrick a la estética en sus películas,
cuando ves sus planos retorcidos y poco convencionales te das cuenta qué estás viendo una
película de este director. El rodaje tuvo varias complicaciones, además de que el autor de El
Resplandor tenía diferencias con el director, éste último sostuvo tensiones y discusiones con
Sherry Duval (Wendy), al punto que tuvo una descompensación por la cantidad de presión que
le ejercía. Sin embargo la actriz manifestó que esa presión la ayudó a sacar el máximo para la
interpretación, y asi fue que logró una actuación brillante.

El Resplandor fue, y es colocada en lo más alto del terror junto con las igualmente
perturbadoras El bebé de Rosemary (1968), y El Exorcista (1973). A diferencia de las anteriores,
la cinta no aborda cuestiones demoníacas, sino que aborda el mal en estado puro y
concentrado en el infame Overlook. En discrepancia con la novela original, que redime a Jack

Torrance con una última muestra de amor que garantiza la salvación de su familia, la película
ha suscitado debates sobre si el hotel fue el único responsable de la perversión del personaje o
si el padre ya era despiadado por naturaleza.