martes 05 de diciembre de 2023 - Edición Nº1826

Política | 20 ago 2023

Análisis

De la política de los tres tercios a un fin de ciclo

Pasados los comicios del 13 de agosto el sismo político continúa, la verdadera encuesta nacional arrojó sus resultados y hoy, lo que eran proyecciones, se hicieron realidad.


Por: Lic. Marcel Aguilera

Todavía sigue resonando el domingo electoral y ya comenzamos a ver movimientos en función de los resultados. La Argentina de los tres tercios -cómo adelantó Cristina en el Teatro Argentino de La Plata- se hizo realidad. Y, en un principio, podemos decir que tanto Cristina como Macri salieron fortalecidos.
 

Es que Cristina al igual que en el 2015, sin exponerse ni figurar tanto en la campaña, intenta despegarse de esta derrota histórica: es la primera vez que el peronismo desde su fundación en el 1945 queda en tercer lugar. Su principal apuesta fue Axel Kicillof, que logró con contundencia revalidar su gestión en la Provincia de Buenos Aires. Un factor importante para estas PASO fue que los intendentes jugaron bien y fueron determinantes donde reside la mayor capacidad de votos del kirchnerismo -el AMBA- a diferencia del interior que se pintó de amarillo.

Por otro lado Macri dirimió su interna que tuvo que ver con Larreta desafiando su jefatura y con el recuerdo reciente de haberlo humillado públicamente en las legislativas del 2021, dónde no lo convocaba o le ocultaba el micrófono en actos para desconocerlo.

Fue en este sentido que el ex presidente salió triunfante con sus candidatos Patricia Bullrich y su primo Jorge Macri a quienes les dió todo su apoyo. Además su aparición en el cierre en el búnker de Juntos no fue casualidad sino que revalidó su jefatura en ese espacio.

Es importante destacar que desde la muerte de Néstor Kirchner, el mapa político argentino oscila entre la disputa y alternancia de poder de Cristina y Macri como figuras centrales o Unión por la Patria - Juntos x el Cambio y eso hoy parece estar en riesgo.

 

Muy pocos en la Argentina vaticinaron el fenómeno que hasta el domingo era mediático y que hoy es electoral. Es que sin tener fiscales o incluso sin candidato a senadores -como en Santa Cruz- La Libertad Avanza ganó de manera categórica y el interior del país se pintó de violeta.

Esta situación pone en jaque a todo el sistema político, principalmente porque la agenda la sigue instalando Milei: desde hace meses el tema central es la dolarización y esta semana decidió hablar del recorte al CONICET donde todos los sectores políticos -sobre todo Massa y Bullrich- salieron a contestarle, a tal punto que mirar C5N o a Barañao en La Nación + era prácticamente lo mismo.

Este desconcierto lo deja en un lugar cómodo al candidato a presidente libertario, ya que en la permanente crítica lo instalan aún más y como dice la frase célebre del escritor Oscar Wilde“Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti”.

Tanto Massa como Bullrich buscan cómo reconfigurarse en este nuevo e inesperado escenario. En este sentido no es loco pensar que quien tiene más condiciones para estar en un ballotage es Milei, ya que hoy podría ser el carro ganador que expresa el voto castigo a una dirigencia política que fracasó económicamente en los últimos dos gobiernos.

 

Por el lado de Unión por la PatriaMassa tiene el desafío de disputarle los 11 puntos que obtuvo Larreta -que puede pensarse como un electorado moderado- y también el de sumar el porcentaje de Moreno, disputarle a Schiaretti y obviamente retener los 5 puntos de Grabois.

Con presentaciones sólidas en medios de audiencia opositora, Massa comienza el difícil camino de no cometer los errores de 2015. Algo que en principio ciertos espacios de la militancia parecen replicar y que esta semana vimos consignas que rememoran las "campañas del miedo" del 2015.

En mi opinión esto constituye un error político, fundamentalmente porque resulta complejo decirle a los sectores más empobrecidos del país que no tienen trabajo formal, cloacas, ni asfalto que "van a perder derechos”, además del pequeño detalle de no reconocer la capacidad de elección del votante.

Si lo pensáramos de manera racional sin prejuicios ideológicos habría que preguntarse si el camino de ese votante no es el lógico: ¿Qué votaría alguien que ve que el proyecto actual fracasó en lo económico, y que el gobierno anterior dejó una deuda impagable? Hasta ahora la respuesta de gran parte del país parece estar en alguien que tiene el beneficio de la duda por nunca haber estado en el poder.

Por otro lado, Bullrich, tiene la compleja tarea de retener los votos de Larreta que en perfiles son muy diferentes y que, en el marco de una interna feroz como la que vivieron en Juntos, se complejiza aún más.

Patricia tendrá que moverse en la dificultad de no poder decir las posiciones extremas que dice Milei y discutir con el electorado que no votó al peronismo que implica 7 de cada 10 votantes. No será tarea fácil y me parece que es la que más lejos tiene la posibilidad de ingresar a un ballotage, si lo hay.

En tanto Milei solo tiene que fortalecer sus posiciones y profesionalizar su esquema de fiscalización que le hiceron perder puntos en el resultado final.

De cara a un posible ballotage, quien tendría más fácil el camino a priori es Sergio Massa aunque con un escenario complejo para ganar un mano a mano. Como mencioné anteriormente, Bullrich lo tiene mucho más difícil y Milei, quien por tendencia tiene más chances, si llegara a esa instancia es quien tiene mejores condiciones para ser el próximo presidente de la República. Ahora bien: esto es Argentina y todo puede pasar.

 

Más allá de lo que suceda en octubre, lo que está claro es que más que una Argentina de tercios, hay un contundente fin de ciclo. Las figuras que comienzan a posicionarse ya no son las mismas de los últimos 10 años y los emergentes de esta etapa son los Milei, Kicillof y Llaryora, donde comienzan a vislumbrarse nuevas narrativas políticas y proyectos en gestación. 

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